Chantaje a Ana

Ana, la esposa de un amigo, visita a Jaime porque al enviudar se habia encontrado con problemas que queria solucionar. Es una mujer muy hermosa, que se encontraba sola, y revisando los documentos cae en la trampa que Jaime le ha preparado.

Despues de casi diez años que no tenia noticias de mi amigo de la infancia Carlos, me llamo su mujer, Ana, para decirme que venia a verme por si le podia solucionar un pequeño problema.

Dada mi condicion de gerente de una empresa de inversiones financieras estaba acostumbrado a este tipo de favores por lo que no le di la menor importancia, incluso se me olvido el dia previsto para la visita. Aquel dia, mientras subia la escalera a las dependencias superiores se me fue la mirada detras de unas impresionantes piernas que asomaban de una minifalda.

Eran de una extraordinaria esbeltez, bien formadas y de muslos bronceados y perfectos. Toda una bendicion. Como soy especial para las mujeres, no se me paso por alto aquella hembra, asi que subi pensando la suerte que tienen algunos. Media hora despues, y ya en mi despacho, mi secretaria me anuncio que la Sra. Ana se encontraba esperando por lo que le ordene que la hiciera pasar. Mi sorpresa fue cuando la hermosa mujer que vi en la escalera era la mujer de mi amigo Carlos. Ahora me fije bien, era alta, esbelta, rubia platino, de ojos verdes claros penetrantes y boca sensual.

Era sumamente atractiva. Despues de los saludos correspondientes la invite a sentarse no sin antes mirarla de arriba abajo pues llevaba un traje de una sola pieza, por encima de la rodilla que dejaba bien señalados todos sus atributos de mujer. Cuando me dio la espalda se me fue la vista detras de aquel hermoso culito donde su ajustado traje hacia que se le trasparentara un tanga que le formaban dos hermosos cachetes. De la misma manera, sus senos se mostraban firmes y bien remarcados.

Durante la explicacion de sus necesidades me conto que habia enviudado hacia seis meses, que no tenia familia, por lo que se encontraba sola y tenia un problema economico con mi empresa que espera solucionar para trasladarse a otra ciudad. Yo, en vez de atender a las explicaciones, estaba fijandome en aquellas hermosas piernas cruzadas que dejaban al aire dos hermosos muslos y las carnes de la canal de aquellos preciosos senos que su amplio escote empezaba a mostrar.

Yo me debatia entre mis pensamientos, y las divagaciones a las explicaciones de mi bella anfitriona cuando descruzo las piernas dejandome ver sus braguitas. Mi polla empezo a endurecerse. Ella permanecio con las piernas juntas pero su corto vestido se le habia subido y mostraba el triangulo de sus braguitas. Era una vista maravillosa.

Jaime no parecia muy concentrado. Sus explicaciones eran difusas. Entonces decidir sacar los documentos y mostrarselos para atraer su atencion. El se levanto y se sento en el sofa junto a mi, primero a cierta distancia pero despues se fue arrimando. Note que su pierna estaba pegada a la mia y que estaba mas pendiente de mis senos que de los documentos.

De tanto tiempo estar sentada el vestido se me habia subido y mis muslos estaban al aire al mismo tiempo que mi escote dejaba ver parte de mi sujetador y toda la parte frontal de mis senos. Pense que con esa vista Jaime prestaria mas atencion. Eran armas de mujer. Entonces insistio que tenia que ver la casa, que iria mañana y que ahora me acompañaria a casa para saber mi direccion. Nos levantamos y salimos. Antes me invito a tomar una copa, cosa que acepte pensando que cuanto mas me relacionara con el, mejor seria para la solucion del problema.

Mientras estabamos en el bar no podia quitarme de la cabeza aquella hermosa mujer. La miraba de arriba abajo analizandole todos sus encantos. -¿Como pudo el idiota de mi amigo Carlos encontrar una mujer de tal calibre?-. Su culito era redondo y estaba bien situado, por lo que no fue dificil imaginarmelo sin braguitas.

De la misma manera, sus senos, que se remarcaban en el vestido, se me antojaron bien formados, firmes, con hermosos pezones que se endurecerian nada mas tocarlos. Pero lo que mas me gusto fueron sus labios carnosos, sensuales, perfectos para abrazar pollas. Ante tanto derroche de fantasia mi polla se estaba empalmando de una manera bestial, por lo que decidi de sentarnos para que no lo notara.

La conversacion fue amena. Ella pretendia ser amable. Se llevaba el dedo a su barbilla y se tocaba los labios en un afan de querer entender mejor las cosas, cosa que volvia a excitarme. Lo mismo que su mirada penetrante, como queriendo algo mas. Una de las veces me levante y al pasar detras de ella me lleve una grata sorpresa al comprobar que por su espalda sobresalia del pantalon las braguitas. No perdi detalle de sus encajes.

Jaime resulto ser amable. Insistio en acompañarme a casa, a lo que accedi encantada. Vivia a pocos kilometros de la ciudad y mi vida transcurria en el ambito de mis obligaciones caseras, y como no tenia familia nadie debia esperarme. Era el primer hombre que me acompañaba a casa desde que murio Carlos. El me abrio la puerta para montarme en el coche y espero a que me sentara. En ese momento, al abrir las piernas, mis braguitas quedaron a la vista, cosa que a Jaime no se le paso por alto.

En el trayecto de nuevo le rogue por la necesidad que tenia de solucionar el problema. El se mostro muy interesado. Quedamos que al dia siguiente se pasaria por casa para terminar de comprobar la documentacion.

Cuando llegamos a su casa me apresure a abrirle la puerta. Sabia que al apearse me mostraria de nuevo sus braguitas. Y asi ocurrio pero esta vez, cuando sali de mi letargo comprobe que ella me miraba a los ojos. Se habia dado cuenta de mi artimaña y sin embargo no le importo. Nos despedimos con un beso en la mejilla quedando para el dia siguiente. Se me hizo la boca agua cuando la vi alejarse de espaldas, con ese hermoso culito.

De regreso a casa mi mente se puso a pensar en la situacion. Tenia en mis manos a una mujer que estaba buenisima, sola y desamparada, con meses de inactividad sexual, que ademas lo unico que habia conseguido era que estuviera empalmado toda la mañana. Practicamente la tenia en mis manos y por otro lado, a Marta, mi mujer, que era bisexual, seguro que le encantaria «conocer» a Ana. Por lo que decidi elaborar un plan para que cayera en mis manos, y en las de mi mujer.

Llamaron a la puerta muy temprano. Era Jaime. Me pillo en ropa de casa, a pesar que me hubiese gustado ponerme un poco mas presentable. Llevaba puesto un traje de una sola pieza, sin sujetador y con la falda muy corta. Pero no me preocupo. Paso al salon, donde se acomodo en el sofa. Empece a buscar los papeles. Como soy mujer experimentada con las miradas de los hombres sabia que Jaime no separaba la vista de mi culito cada vez que le daba la espalda.

En una ocasion, despues de agacharme le vi la cara descompuesta, comprendi que le habia mostrado mis muslos y quien sabe si las braguitas tambien. El permanecia con la carpeta encima de sus pantalones, seguro que para esconder su abultado paquete. Analizo por encima los documentos, sin perder de vista mis senos, que quedaban practicamente en libertad al no llevar sujetador.

La visita era rapida. El plan ya estaba elaborado y aquella visita solo sirvio para aumentar mi ansia. Despues de no perder detalle de sus encantos y de volver a verle las braguitas, me puse a cien cuando la llamaron por telefono y en una alocada conversacion se descuido dejando las piernas abiertas y enseñandome todo el frontal de sus braguitas.

Hasta se le notaba su hermoso monte. Asi estuvo un buen rato. Mi polla estaba que iba a explotar. Me entraron ganas de abalanzarme sobre ella y follarla alli mismo, pero me contuve. Eso ya llegaria. Asi que cuando colgo la cite para el dia siguiente en la oficina, a ultima hora, cuando ya todos se han ido. Y me marche con los documentos bajo el brazo convencido que ya habia caido en mis redes.

Me parecio una hora muy extraña de visita por lo tarde que era. En la oficina apenas habia nadie, pero entre decidida a conocer las nuevas noticias que me habia prometido. Cuando entre y nos saludamos rapidamente empezo con divagaciones sobre lo dificil de la situacion. Mi preocupacion crecia.

Me invito a levantarme y analizar con el los documentos que aparecian repartidos sobre la mesa. – Esto es muy dificil de arreglar -, – aquello se puede conseguir pero tiene su dificultad- etc… Mientras tanto se arrimaba cada vez mas. Concluyo diciendo que no habia solucion pero que se podia hacer algo si yo colaboraba. – ¿Como puedo colaborar?- le pregunte angustiada. Y el respondio que si estaba dispuesta a realizar ciertos favores, que en la vida todo hay solucion si se quiere, …. Al principio no sabia donde queria llegar pero lo comprendi en el momento que su mano se planto en una de mis nalgas.

Solo pude reaccionar con un no rotundo, pero el me sujeto y continuo con sus propuestas deshonestas. Se pego detras y note la fuerte ereccion de su verga sobre mis nalgas. Me encontraba analizando la situacion. Era un chantaje. No tenia eleccion. Si no aceptaba me encontraria en un gran lio. Mientras yo analizaba la situacion el paso a meter la mano entre mis piernas, recorriendo mis partes intimas y apretando fuertemente para arriba, buscando llegar hasta mi coño. Yo estaba paralizada. A pesar de mis suplicas, el siguio con su tarea. Notaba su aliento en mi nuca y su verga totalmente erecta en mi culo.

Como se dejaba hacer comprendi que se encontraba entregada. Le comente que aquello solo consistiria en un par de dias y despues todo se solucionaria. Ella no reacciono, por lo que lo considere como un asentimiento. Inclinandome sobre ella roce con mis labios sus sienes mientras asia sus brazos inmoviles en sus costados, espere una reaccion por su parte, pero solo senti que su corazon se aceleraba. Deslice mi mano derecha hasta sus caderas para rodear su delgada cintura y aproximarla a mi a la vez que alzando su barbilla, empece a besar su rostro, ella no respondia a mis caricias. Le susurre que deseaba.

Entonces le di la vuelta poniendome de frente, buscando su boca. Sin decir palabra, la bese en la boca, le mordia los labios. Ella se dejaba pero intentaba mantenerlos cerrados. La mordi un labio. Poco a poco los fue abriendo, momento que aproveche para introducirle mi lengua. Entraba y salia con rapidez y empece a jugar con la suya. Mis manos ya se habia apoderado de su culito y subia la falda. Ella permanecia rigida, por lo que le pedi que se relajara.

– Por favor… dejame… en paz… no quiero… – balbuceaba mientras podia zafarse de mi lengua.

– Relajate -le pedia – me tienes loco. Una mujer como tu esta hecha para follar.

Su falda estaba totalmente levantada. Mi mano que se deslizaba circunvalando el perimetro de su braguita ceñida. Ella permanecia con los ojos cerrados pero su lengua empezaba a jugar con la mia. Mis manos se habia apoderado de sus nalgas que no dejaba de magrearlas mientras apretaba su culo contra mi cintura para que pudiera sentir entre sus piernas la dureza de mi polla.

Estaba muy excitado y solo pensaba en follar con aquella hermosa mujer. En el momento que note que se daba por vencida, pose una mano sobre uno de sus senos, primero por encima de la ropa. Su cara aparentaba ahora cierta relajacion. Subi la blusa y para mi sorpresa no llevaba sujetador, por lo que me apodere de su seno pudiendo sentir la suavidad de su piel y segui tomandole su pezon. Ella permanecia con la cabeza para atras, dejandome actuar.

Despues baje la cabeza para besarselas. Ella queria taparlas con sus manos, pero yo se las separare mientras la amenazaba diciendole que nunca se volviera a tapar delante mia. Le bese los senos apasionadamente, se los lami cuanto quise sin olvidarme de sus ricos pezones, que se pusieron duros al momento.

A pesar de mis suplicas y negativas Jaime no paraba de tocarme. Sentia sus manos por todo mi cuerpo. Ahora me estaba bajando las braguitas desde mi culito, dejandolo al aire, elogiando «el buen culo que tienes» mientras sus manos se aferraban a mis nalgas. Me sentia totalmente humillada. Intentaba continuamente de persuadirle de sus intenciones, pero siempre obtenia como respuesta obscenidades y no paraba de manejar sus manos. Tocaba mis pechos con mucha suavidad y la otra mano me separo las bragas y la coloco en mi tupido coño.

No sabia como reaccionar y me quede quieta, sin decir palabra. Jaime lo tomo como una aceptacion por mi parte y apartando los pelitos, me metio un dedo en el chocho, mientras que con el pulgar, me masajeaba el clitoris. Despues de un buen rato tocandome cuanto quiso me hizo sentar en el sofa. Me quito la falda. Ahora comprendi que aquello no quedaria en un simple morreo, por lo que decidi zafarme. El me sujeto con fuerza y tomando mi cara me dijo que si queria solucionar mi problema tenia que pasar por un par de polvos. Que no me pediria nada mas y que no era demasiado. Mis pensamientos no sabian donde acudir. Me encontraba a su voluntad. El tomo mi mano a la puso sobre su polla, guiandola en un suave masaje sobre su pantalon.

Me encontraba trastornada, estaba haciendo una cosa que no queria hacer. Empezo a besarme en la boca de manera salvaje. Su lengua entraba y salia. Se apodero de mis senos, que ya estaban a su libre disposicion y me dijo que le sacara la polla. Como no reaccionaba me lo repitio. Al final accedi. Baje la cremallera de su pantalon, busque entre sus calzoncillos y al final la saque al terreno de juego. Se veia enorme y practicamente casi no podia rodearla con mi mano.

Me encontraba totalmente excitado. Ella me libero la polla pero se quedo con la mano parada por lo que tuve que iniciarla en un movimiento masturbatorio. Le pedi que lo hiciera con suavidad mientras yo ponia mis manos sobre sus muslos subiendo para apoderarme de su coño. Ella permanecia con las piernas cerradas, por lo que con un ademan las abrio a la primera. La situacion era excitante para ambos. En un continuo magreo ella se atareaba con mi polla y yo con su coño mientras nuestras lenguas no dejaban de jugar.

Se encontraba entregada. Notaba que su respiracion se hacia mas profunda y que su lengua se movia ahora con mas soltura. No estaba dispuesto a parar asi que la extendi sobre el sofa y baje mi cabeza besando los senos mientras con los dedos de la otra mano le recorria la raja de su coño. Su mano seguia masturbando mi polla. Ella acabo por tenderse en el sofa. Estaba excitada pues su respiracion ahora era profunda. Baje la cabeza al estomago y segui bajando, muy pausadamente, buscando alcanzar su tesoro.

Entreabri sus piernas hasta que su braguitas se desbordo de vello apareciendo los sensuales pliegues de sus labios. Contemple con verdadera veneracion la tan anhelada vulva. Pase la lengua rapidamente por su raja, de abajo a arriba, asegurandome que su clitoris se llevaba un buen lametazo. Ella permanecia en silencio casi suplicante, sin atreverse a rechazarme. En ese momento la obligue a incorporarse un poco y empece a sacarle la blusa. Ella levanto sus brazos, sin resistencia, permaneciendo recostada en el sofa con los ojos cerrados. Despues quise desprenderla de sus braguitas.

Ella se incorporo aferrandose al elastico impidiendome proseguir mientas volvia a suplicarme que la dejara. La respuesta fue pronta, de un manotazo le separe las manos y la empuje para que permaneciera recostada en el sofa. – Te voy a comer el coñito. Vas a disfrutar como una loca – le dije mientras le sacaba las braguitas. Le abri las piernas y contemple aquel tesoro.

Tenia un chochito precioso, de una adolescente. Su vello era abundante pero estaba bien cuidado, formando un perfecto triangulo, y bien afeitado, dejando ver perfectamente los labios. Era lo que esperaba encontrar por el bulto que le formaba su braguita. No me pude contener y cai de lleno sobre el con mi boca.

Me encontraba atemorizada ante la excitacion de Jaime. Con las piernas abiertas, a su disposicion, se encontraba violandome sin ningun tipo de pudor. Empezo a jugar con mi bello, con la punta de la lengua lo fue recorriendo de un extremo a otro, pasando por los labios de mi chochito, llegando casi al agujero de atras. Como no me encontraba relajada, dejo su tarea por un momento para pedirme que me tranquilizara mientras me besaba los labios. Le rogue una vez mas que me dejara, pero el bajo besando mi cuerpo, parandose en mis pezones, en mi ombligo y en mis bellos.

Paso la lengua a lo lago de toda mi raja y volvio a subir buscando mi clitoris. Poco a poco, separo los pliegues de mi vagina con mi lengua para comenzar a recorrer el interior de mi chochito que ya empezaba a emanar sus fluidos. Su lengua exploraba a fondo mi sexo, llegando hasta mi clitoris. Mi cuerpo se encontraba ahora mas relajado, producto de la excitacion que empezaba a tener. En ese momento intento introducir un dedo por mi culito. Eso no estaba dispuesta a permitirlo, asi que le agarre la cabeza, separandola de sus tareas y rogandole una vez mas que me dejara tranquila.

– No, no, por ahi no, por favor, me va a doler, por ahi no, te lo suplico.

– Tranquila, mujer, tranquila, te dolera un poco al principio, pero te aseguro que pronto descubriras un mundo nuevo.

Me dio un manotazo quitando mi mano de su cabeza. Y siguio comiendo el coño mientras su dedo empezaba a perforar mi culito. Sudorosa y excitada despues de tantos meses de inactividad note como se acercaba el climax, por lo que empece a dar pequeños movimientos, cosa que no se le paso por alto a Jaime.

Estuve relamiendo su vulva y sus mas intimos pliegues hasta que chorreaba ya la saliva por sus muslos y la fina piel de sus ingles se encontraba irritada por el sudor y la piel de mi barba vespertina. Empezaba entonces Ana a exteriorizar calladamente el placer que le estaba originando con mi insistente lameteo y la falange de mi dedo introducida en su lindo culito.

Yo que estaba totalmente excitado quise introducirle mi polla en aquel bien lubricado chochito, por lo que me incorpore apuntando mi aparato. En ese momento ella intento incorporase, diciendo que no permitiria que la follara y tal y tal. Tuve que agarrarla por la cara, apretandole fuertemente en los cachetes mientras le decia:

– Tu haras lo que yo te ordene. Si te digo que folles, follaras. Si te digo que me la mames, me la mamaras.

Acto seguido la obligue a recostarse en el sofa y le abri las piernas. Apunte mi instrumento a la entrada de su coño y tras pasarle varias veces mi capullo por su raja se lo introduje, suavemente para no violentarla. La primera embestida fue rapida y profunda, yo sentia como se abria paso en el interior de su chocho, que estaba perfectamente lubricado con los jugos que estaba soltando, el ligero dolor paso a ser un placer. Acomode mi cuerpo y el de ella para conseguir una mayor penetracion.

Empece a bombear con toda mi excitacion, aumentando el ritmo conforme mi polla se adaptaba a sus estrecheces. Ella empezo a dar pequeños gemidos cuando a cada golpe de riñones mi polla entraba y salia, no se si de dolor o de placer. Cosa que comprendi cuando la mire a la cara. Se encontraba relajada, con los ojos cerrados, inmortalizando aquel momento. Sin duda estaba disfrutando de lo lindo. Entonces me recai sobre ella buscando su boca. Mi sorpresa fue cuando nuestros labios y lenguas se fundieron en un apasionado beso.

Esa circunstancia hizo que mi excitacion aumentase, por lo que aumente el ritmo de mis envestidas. Ella ahora casi gritaba. Despues de tantos meses de inactividad sexual se encontraba al borde del climax. Una indescriptible oleada de placer nos invadio al mismo tiempo. Ella dio un gran suspiro y mientras que su cuerpo experimentaba un tremendo e insospechado orgasmo yo empece a correrme con grandes convulsiones.

En repetidos y placenteros espasmos descargue mi esperma en su interior. Ella seguia con su respiracion profunda dando tambien pequeños movimientos que acercaban su coño a mi polla. Caimos derrotados los dos.

Despues de follarme me dijo que el plan era ir el sabado a su casa, a bañarse en la piscina, donde me presentaria a su esposa y todo mi problema se arreglaria. Eso esperaba despues de haberme humillado como nadie lo ha hecho.

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