El sueño de Renata

(Un sueño hecho realidad)

Como ya lo he contado en otros relatos tengo una novia que me complace en todo lo que le pido. En esta ocasión le pedí que hiciera realidad un sueño que siempre he tenido.

Acordamos ir de compras a una tienda especializada en lencería femenina, claro está que, sin que la dependiente lo supiera, la ropita que escogieramos sería para mi.

Nos comportamos como una pareja normal y veíamos los catálogos de lencería fina y le decía a mi novia que este y aquél modelito se le vería bien… ella se daba cuenta que lo que le señalaba era lo que quería para mi.

Después de elegir varias prendas que las describiré a detalle acudimos a su casa para que me vistiera como una completa hembra.

Compramos un conjunto de lencería sexy de color blanco que consta de un brassiere, medias con encaje de silicón, una tanga y un liguero… la idea era de vestirme como una enfermera sexy.

Cuando estuve vestida con la lencería, mi novia empezó a maquillarme, para esto ya tenía previamente las zapatillas que me iba a poner, así como las pestañas y el maquillaje.

Cuando terminó de maquillarme me dijo: mmmmmm mi amor… te ves realmente sexy… le dirigí una sonrisa de satisfacción cuando pude verme al espejo y comprobar que había hecho una excelente obra… me sentía fascinada con la transformación e inmediatamente empecé a caminar sensualmente por toda la habitación.

El sueño se estaba haciendo realidad… en ese momento me sentí tan hembra que le dije a mi novia… mi amor… ¿te gustaría cogerme como si fuera una rica y cachonda putita??… ¡¡claro que sí!! fue su respuesta.

Me acerqué con cadencia hacia mi novia caminando como modelo de pasarela a lo que ella replicó: «que rico te mueves chiquita mía… realmente pareces una hembra de verdad». Seguí caminando de esa forma y le tomé la mano y la conduje a la recámara… le pedí que me abrazara por la espalda y que me tocara mis senos… mmmmm… que delicia sentí.. el contacto de sus manos en mis pequeños senos y sentir en mi espalda sus grandes pechos me hicieron estremecer..! ahhhh… exclamé… así, amor.. así… poco a poco empecé a sentir esa excitación que me provocaba estar ahí a su disposición… sabía que todo lo que le pidiera a mi novia lo haría realidad… me empezó a besar los hombros y el cuello a lo que mi cuerpo reaccionó y la respiración aumentaba de ritmo. Ella sabe que cuando me tiene así lo que deseo en ese momento es que me diga al oído las palabras más ardientes y cachondas que me gusta escuchar. Ahhhhh… me gusta cuando sus manos me acarician las nalgas y su boca se acerca a mi oído y me dice: «anda mi putita… sé que estás esperando una buena cogida»… «quiero que te prendas como te gusta hacerlo y que sientas el deseo de ser la putita que siempre has soñado ser»… Escuchar a mi novia decirme eso me pone loca y empiezo a contraer mi cuerpo y una especie de nerviosismo sacude todo mi ser. Mi novia sabe qué es lo que deseo en ese momento y empieza a acariciarme las piernas y las nalgas… me conduce a la orilla de la cama y me inclina en ella… no dja de decirme lo bien que me veo vestida con esa lencería y que no quiere que me la quite… que así desea darme una buena cogida con el arnés que ya tiene preparado… mmmmmmm… mi mente vuela y deseo fervientemente que esa verga de plástico sea una verga de verdad… mmmmmm…. «Anda puta, me dice mi novia… quiero que te inclines y levantes las nalgas y me digas que quieres que te coja por el culo con mi verga»… le digo, sí mi amor… pero antes… colocate el arnés y dejame darle una rica mamada… que quiero transformarme en la puta que siempre he querido ser… anda… ¿si?… Cuando veo su sonrisa sé que tanto ella como yo es lo que estamos esperando… y que ambos nos ponemos bien calientes y que nadie nos detendrá en todo lo que queremos hacer.
El arnés que tenemos a nuestra disposición es de buen tamaño… y es lo más natural que pudimos conseguir… (aunque mi sueño es mamar una verga de verdad)… cierro los ojos y así inclinada en la orilla de la cama y viendo de frente a mi novia le empiezo a mamar la verga con ardiente pasión.
«Así puta, así… siente que mi verga es de verdad y que es lo que siempre has querido… asi.. mmmm… que rico mamas chiquita mía, anda.. así.. como toda una puta que eres… ahhhh»…
Me sentía tan cachonda vestida así y mamando la verga de mi novia que estuve a punto de decirle… «Ay amor… me siento tan puta que deseo mamar la verga de un hombre y recibir toda su leche en mi boca».
Claro que no se lo dije, pero en mi pensamiento esta fija la idea de querer algún día mamar una rica verga de un hombre que me quiera complacer y que le correspondería dandole una deliciosa mamada vestida de puta y que, si desea, darme una cogida por el culo… estoy segura que le brindaría lo mejor de mí y dejarlo satisfecho.
Seguí mamando la verga de mi novia hasta que me dijo: «Ya amor, ahora quiero que te voltees y me des ese rico duraznito que lo quiero coger».
Giré de tal manera que le ofrecí la mejor vista que pude darle… le mostré mis nalgas y le dije: «Sí, amor… cogeme ya… quiero que tu verga se introduzca en mi culito y me hagas vibrar de deseo y pasión».
Se acercó con el arnés y, sin quitarme la tanga, empezó a jugar con la puntita de la verga en la entrada de mi culito… mmmmm… al mismo tiempo que me decía: «Así.. asi chiquita mía.. te ves tan puta parando el culo que quisiera tener verga de verdad y llenarte el culo con mi leche»… Estaba a punto de gritarle que me cogiera ya cuando sentí el primer contacto en mi interior… ahhhhhh.. exclamé… mmmmmm… despacio amor… asi.. asi… ahhhh… está entrando tu verga en mi culito… ahhhhh…
Me tomó de las nalgas y empezó a abrirlas, al mismo tiempo empecé a girar como tratando que la verga se metiera como si fuera un taladro y sentí que llegó hasta lo más profundo de mi ser cuando sentí su cuerpo pegado al mío. Le decía a mi novia… «asi amor.. así… que rico coges… ahhhh.. asi… hazme tu puta.. hazme gritar de placer… me siento tan perra y tan caliente que no quiero que saques la verga de mi culo.. ahhhhh… mmmmmmm
Mientras gemía de placer mi novia no se cansaba de alabar mi manera de entregarme… y de decirme que me veía y me sentía como una hembra de verdad y que los gemidos que lanzaba eran propios de una puta que está gozando de una buena cogida. Después de tenerme como perra en celo cogiendome por el culo le pedí a mi novia me cogiera pero ahora recostada en la cama y que me dejara levantar las piernas encima de sus hombros para sentirme que realmente soy una hembra dispuesta a complacer a su macho y que me haga sentir lo que siempre he deseado…

Pasamos ese día una tarde maravillosa, yo convertida en una real hembra y mi novia complaciendo todos mis deseos hasta convertir mi sueño en realidad.

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