LA DIRECTORA DE LAS ANIMADORAS DEL BASKET

Nos dirigíamos mi amiga y la jefa de animadoras del equipo de basket de mi ciudad al chalé de la directora, que financiaba a los jugadores y al grupo de animadoras que bailábamos en los descansos de los partidos. Esta mañana Lorena, mi jefa, nos había dicho que la directora nos quería conocer para definitivamente hacernos titulares como animadoras. Ibamos las tres con el traje de animadoras; es muy sexy. Se trata de animar a los chicos. Llevábamos las tres unas faldas muy cortas, de color rojo y blanco, enseñando las piernas y los muslos casi hasta las bragas. Los polos era de color rojo con una «S», grande y blanca, a la altura del pecho. Era la inicial del equipo de basket. Nuestra jefa es mayor que nosotras; debe tener unos treinta y cinco años, es morena y tiene una figura de infarto. Mi amiga se llama Raquel, tiene el pelo negro y es muy guapa. Yo soy Conchi, rubia y con una larga melena. Somos mi amiga y yo muy jovencitas: catorce años. No conocíamos a la directora del equipo. Llamamos a la puerta del chalé y nos recibió una señora muy guapa de unos cuarenta y cinco años. Era muy alta, con melena rubia y un bonito traje de chaqueta con un abierto escote. Nos dijo muy simpa´tica que pasásemos y nos llevó a su despacho. Nos sentamos mi amiga y yo; mientras mi jefa se quedaba de pie al lado de mi amiga. La directora también se sentó, nos miró y sonrió muy simpática. Nos pregúntó si nos gustaba bailar para los chicos y si queríamos seguir en el equipo. Le contestamos que sí. Luego la directora comenzó a hablar de forma que no se la entendía mucho lo que nos quería decir. Parecía que estaba insinuando que para ser fijas del equipo teníamos que acostarnos con ella. Mi amiga y yo nos miramos asombradas de la proposición. La directora dijo a mi amiga que se quitase el conjunto, quería vernos desnudas para decidir quien la gustaba más. Mi amiga se negó con la cabeza. La directora dio una orden a la jefa de animadoras y comenzó a subir la falda de mi amiga, dejándola solo con el sostén y la braga blanca. Mi amiga estaba asustada y enfadada. La jefa de animadoras tocó con sus manos las tetas de mi amiga e intentó tocar su braga; pero mi amiga se lo impidió con la mano. Mi amiga se protegía las tetas con una mano y su sexo con la otra. Estaba muy enfadada y se negaba a mantener sexo con una mujer. La directora me miró a mi. Yo tenía la cabeza baja y no hablaba. Me dijo que me levantase y que me sentase encima de sus rodillas. Yo acepté indecisa sin decir palabra. Ella me abrazó por la cintura y me acarició el pelo. Luego bajó su mano y la metió por debajo de mi falta entre mis muslos. Se rio. Mi jefa y mi amiga nos estaban mirando. La directora dijo a mi jefa que se llevase a mi amiga a un dormitorio e hiciese el amor con ella. La directora me había elegido a mí. Mi amiga se negaba a ir con mi jefa, pero al final de mala gana accedió a irse con ella. Nos quedamos la directora y yo solas. La directora comenzó a acariciarme mi larga melena y dio vueltas a mi pelo hasta juntarlo en mi cabeza y con su mano apretando me acercó la cara a la de ella. Yo estaba asustada y sin levantar la vista. Me preguntó si quería acostarme con ella y yo no la contesté. La directora tenía una cara preciosa, su madurez la hacía más bella y era una mujer dominante. Me atrajo hacia ella intentando besarme, yo torcí la cabeza, pero ella agarrándome de pelo me empujó hacia ella y buscó mi boca, que beso apasionadamente. Yo me separé y con mis manos quité su saliva de mis labios. Ella sonrió. Yo no quería continuar pero ella me cogió del pelo y me forzó a abrir mi boca y ella acercó la suya sacando su lengua y tocando la mía. Me besó juntando su boca a la mía, con pasión y a mi empezó a agradarme la sensación de sus besos, su lengua buscando la mía, su saliva dentro de mi boca. Me separé resignada y pensativa. Ella cogió sus dedos y me los metió en la boca profundamente y luego me hizo chupar sus dedos. Ella ponía cara de satisfación. Me agarró del pelo me hizo levantar y me llevó tirando de mi melena al dormitorio.
En el dormitorio de pie, la directora me acarició y me atrajo hacia ella. Quería convencerme que me gustaría lo que iba a hacer, yo me mantenía callada y con la cabeza baja. Ella me sonreía. Me besó en la boca y me empujó a la cama, donde caí. Ella me miró y sonrió. Se quitó la chaqueta y se quedó con un sujetador color granate que sujetaba sus grandes senos. Yo estaba en la cama acostada mirándola. Ella se acercó decidida y metió sus manos entre mis muslos, subiéndome la faldita y enseñando mi braga blanca. Yo le dije que no quería continuar, que no siguiese; pero ella parecía no escuchar. Comenzó con su mano a acariciar mi braga. Yo estaba muy nerviosa y asustada. Ella se reía. Bajó su boca y comenzó a besar mis ingles alrededor de mi braguita. Yo la miraba y quería irme de allí. Luego pasó suavemente su boca por mi braga deteniéndola en mi sexo; pero se separó. Me cogió de las piernas y me dio la vuelta, quedando en la cama de medio lado, enseñándola mi culo. Ella se puso detrás de mí y se apretó a mi cuerpo. Bajó su mano a mi braga y tiraba de la goma haciendo que la braga se separase y me diese golpecitos en el culo. Lo hizo repetidas veces. Yo no decía nada. Luego me hizo poner mi pierna encima de su cuerpo y con su mano rozaba mi braga por los extremos, acariciándome. Luego la llevó a mi sexo y lo acarició suavemente, ante mi angustia y mi temor a que ella continuase. Me volvió a besar. Se sentó en la cama y me dijo que me quitase el conjunto de animadora. Indecisa comencé a subir mi falda y el polo y me lo saqué por la cabeza. Me quedé solo con la braga blanca que me llegaba a la cintura. Ella me observaba satisfecha sentada en la cama. Me dijo que me acostase y yo apoyándome un poco la cabeza en la pared y la almohada me tumbé. Yo estaba asustadísima, nunca lo había hecho. La directora me dijo que me quitase las zapatillas de deporte. Me las quité y me quedé en braguita y calcetines blancos. La directora me observaba complacida. Yo estaba senta sentada en la cama e intentaba ocultar mis pequeños senos con mi larga melena. Ella me dijo que me quitase también los calcetines; lo que realicé. Me acoste y ella se aproximó a mí y empecé a pasar suavemente su mano por mi braga. Yo con una mano tapaba mi pecho y con la otra intentaba detener la mano de la directora sobre mi braga. Yo la miraba pidiéndola que no siguiese; pero ella no me oía. La directora decidida me cogió con la mano de la braga y estiraba intentando ver mi sexo. Yo con mi mano me resistí e impedí que siguiese. Se sentó en la cama y me hizo sentarme delante de ella. Me miró mis pequeños senos y me besó dulcemente en la boca,después apasionadamente. Yo empecé instintivamente a responder también y la devolvía los besos. Me gustaba. Me metió los dedos en mi boca y me hizo chupárselos. Luego me echó sobre la cama. Yo puse mis manos ocultando mis tetitas. Ella lentamente comenzó a bajarme la braga, ante mi miedo y dejó mi braga un poco más abajo de mi sexo, sin quitarmela completamente. La directora se quedó extasiada mirando mi la raja de mi pequeño coñito y acercando su boca echó saliva sobre mi clitoris. Luego con su dedo bajó la saliva desde mi clitoris por la rajita de mi conchita. Subía y bajaba su dedo por mi agujerito. Yo la miraba asustada. Se puso a mi lado y con su mano comenzó a acariciar todo mi sexo, metiendo su mano en mi vagina una y otra vez. Se incorporó y lentamente me bajó la braga totalmente y me la quitó dejándola tirada en la cama. Yo estaba resignada. Ponía una mano en mi pecho y otra en mi sexo, pero la quité. Ella se incorporó y me abrió las piernas ofreciéndola a la vista todo mi coño. Ella bajo su cabeza y se quedó mirándolo. Acercó su boca a mi coño y besó mi clitoris y mi rajita. Yo empezaba a sentir sensaciones nuevas. Luego con sus dedos me abrió mis labios vaginales y empezó a chupar en mi clitoris y dentro de mi vagina, metiendo su lengua. No paraba de chuparme mi sexo. Que gusto empezaba a notar. Según me chupaba mi concha ponía su manos en mi barriguita y yo con mi mano agarraba la suya y apretaba. Ella seguía con su boca lamiéndome mi coño y metía sus dedos en mi boca haciendo que se los chupase. No paraba. Había veces que me dolía, pero me gustaba más. Yo no paraba de gemir y sollozar de placer, hasta que grité y me corrí. -AAAhhhhhhhhhhhhhhh- Ella se levantó y yo miré mi sexo que echaba un chorro de flujo vaginal. La directora de pie se quitó el sujetador dejando sueltas sus enormes tetas y se bajó de forma sexy la braguita. Se quedó completamente desnuda. Se acercó y se echó en la cama al lado mío. Me besó apasionadamente en la boca y yo le respondí con la misma pasión. Luego bajó su boca a mis tetas y chupó mis pezones. Me hizó tocar con mis manos sus grandes tetas. Me gustaba, estaba muy excitada. Me dijo: -Ahora me lo harás tu, ¿verdad?- Me incorporó y me ofreció sus pechos, que besé. Luego ella me besó muy excitada en la boca. Me agarró del pelo y abriéndose de piernas me bajó la cabeza hasta su coño y me invitó a chupárselo. Yo miré su concha asustada y no me atrevía. Me agarró con fuerza de mi pelo y apretó mi cabeza contra su coño. Yo empecé a chuparlo al principio con miedo, pero poco a poco me gustaba más y seguí chupando su clitoris y su raja con mucha fuerza. La directora gemía de placer y con sus manos se acariciaba sus tetas. La chupé el coño por lo menos quince minutos hasta que ella me agarró fuertemente con sus manos la cabeza y dio un grito y se corrió en mi boca sus flujos: -¡Aaaahhhhhhhhhhhhh. Luego me incorporé y la besé sus pezones y nos besamos después apasionadamente las dos en la boca, metiendo nuestras lenguas y mordiéndonos. Luego la directora me hizo incorporame y metí mis piernas entre las suyas. Acariciaba su coño con el mío. Ella se puso a moverse y restregaba su clitoris con el mío, dándome mucho placer. Me daba manotazos en el culo y me decía. _Y decías, que no te gustaba,guarra. Me volví a correr de placer. Ella se levantó y me abrió las piernas y volvió a chuparme mi coño sin parar. Yo gritaba de placer y de dolor. Lloraba de gusto. Ella me besaba en la boca. Sabía que me había seducido y poseído. Luego me puso en posición 69 y nos chupamos los coños como locas, la directora me metía sus dedos por la vagina y por el agujerito del culo. Nos corrimos de nuevo las dos. La que más parecía disfrutar era mi directora. Nos quedamos abrazadas en la cama y ella cariñosamente me dijo: -Te has ganado ser animadora del equipo de basket.

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