la embajadora y el capitan

En los años 40 los alemanes e italianos eran muy amigos los dos ejercitos luchaban juntos en distintas batallas de la contienda que tenían contra el mundo
El embajador Italiano Fran Iovanneti y su esposa una mujer no precisamente guapa y mas bien gorda estaban de visita en alemania,mientras los altos cargos militares y políticos del país departían con el embajador la Sra Iovanneti se aburría soberanamente su esposo no tenia tiempo para estar con ella por lo que acordaron que un joven le enseñara los lugares mas pintorescos del país y la acompañara a algún evento nocturno tal honor recallo en el capitan Heimz hitmann,un joven de gran atractivo físico y una paciencia a prueba de bomba.
Cuando el joven y guapo capitan fue presentado a Claudia(nombre de la joven esposa del embajador)esta se quedo encantada de gozar la compañía de semejante exponente de la raza aria,el uniforme le quedaba a aquel hombre como pintado encima ojos de un azul purísimo, pelo rubio que paresia de oro y su vellisimo rostro de sonrisa perenne tan masculino y dulce aun tiempo.No paso lo mismo cuando la muchacha fue presentada al joven capitan,este al ver a la mujer tubo que fingir una gran sonrisa pues la chica era no solo rellena sino también no muy atractiva pero eso si, tenia unas tetas enormes de gordos pezones que se marcaban en la fina tela del vestido cosa que si gusto al joven que sin querer se le quedo mirando las suculentas tetas, quedaron para ir a las maravillosas orillas del danubio que por aquel tiempo aun era azul, a las tres de la tarde el capitan hitmann fue al hotel donde lo esperaba una Claudia muy diferente, sus labios con un carmín de un rojo rubí le hacían una boca deliciosa y sus zapatos de tacón alto marcaba mas su prieto culo , ella se dio cuenta que al vellisimo capitan le gustaron sus tetazas por lo que se había puesto un vestido bastante escotado dejando ver el nacimiento de aquellos divinos cantaros de miel que rebosaban por encima del vestido su cintura parecía mas fina que por la mañana,el se le quedo mirando con una sonrisa de aprobacion pero pensando,»Joder con la puta gorda,lo que parece delante de su marido y como se ha puesto la muy puta» y sonriendo galante y cortésmente le ofreció el brazo y pensó «me da que se ha estado retorciendo los pezones para ponerlos duros y ponerme ami la polla como a un semental hija de puta, si se piensa que me va a follar va lista no soporto las gordas».
El atractivo joven le enseño todo lo que el crello oportuno y por la noche la llevo a la opera,ella se puso para la ocasión un vestido largo y muy vaporoso en negro con un escote muy bajo que casi enseñaba los pezones, luego fueron a un local de moda para cenar el estaba pasándolo en grande todo era costeado por los jefes ella le dijo.
Capitán tengo en la habitacion del hotel un bino excelente ¿quiere probarlo?. Aquel tío la ponia tan caliente que no se iría de Alemania sin follar con semejante macho , el estaba algo bebido y acepto sin pensarlo dos veces,la llevo al hotel ella dijo. Mi marido pasara la noche en viena con su embajador . El respondio .Lose señora por eso acepte benir a su cuarto . Bajandole los tirantes finos del vestido le saco sus enormes tetas que no podia abarcarlas con las manos, ella cogio la rubia cabeza del capitan y con suavidad la acerco a los duricimos y rojos pezones que parecian salirse de un momento a otro de las gordas y suculentas tetas de la chica, el lamio y chupo con fuerza dando suaves mordisquitos que a ella hacian gemir de placer. ooooommmmm mi tierno y lindo soldadito asi asi mama mama las tetas has que me muera de placer.El mirandola con sierta superioridad se aparto de ella y le dijo con algo de repudio. Yo no follo con mujeres casadas señora y menos tan importantes. El estaba algo bebido y no dejaba de mirarle las tetas Y pensaba «joder menudas tetazas ¿el cabron del sr. embajador en viena y tu vas a dejarla caliente? bamos Hitmann se caballeroso» Y pellizcandole los pezones que hizo gritar de dolor y placer a la chica termino de arrancar lo que quedaba de vestido la puta aquella no estaba tan mal

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