LA FANTASIA DE TODO HOMBRE

Por lo que me he podido dar cuenta en diferentes pláticas, una de las fantasías de todo hombre que pasa de los 28 años es fornicarse a una colegiala vestida en ese excitante uniforme. Yo tuve la oportunidad de cumplir ese sueño hace poco relativamente, tengo 25 años y les diré que es una experiencia única que les recomiendo a todos.

Resulta que vivo solo en unos departamentos, muchos se quejan de vivir en departamentos, pero para mí es una bendición porque me ha dado la oportunidad de vivir varias aventuras eróticas. En el departamento que queda frente a mi recámara, vive una chica de 16 años, con su familia integrada en total por 5 miembros, ella es la más grande de los hermanos. Su nombre es Lety, con sus 16 años es una lindísima colegiala, bastante desarrollada para su edad pues posee unas enormes tetas que fueron lo primero que me llamó la atención, unas bellas piernas y una carita angelical. Su voz aún parece de niña, pero su forma de ser corresponde a una mujer ya madura. Tiene novio, un chico de 15 años y como todos los de esa edad sin mucha experiencia.

Al principio me convertí en un voyeurista, me la pasaba espiándolos cuando salían afuera de su casa a tocarse y a darse algunos besitos. Ella va a la escuela por la tarde por lo que cuando los veía, ella vestía su sexy uniforme con blusa blanca y falda bastante corta. Me hice varias pajas espiándolos, se tocaban muy tímidamente como con miedo, no llegaron a mucho, a lo más que llegaron es a que él le metiera la mano por debajo de la falda y nada más. Envidiaba a ese muchacho que tenía la oportunidad de tocar a esa belleza y no la aprovechaba, así que traté de hacer algo por mi cuenta para poder disfrutar de ese cuerpecito adolescente. Comencé por hacer como que coincidíamos a la hora de salir y comencé por saludarla, ella es bastante coqueta y muy simpática, siempre me contestaba de una manera muy agradable. Así pasó algún tiempo (Cerca de una mes) no pasaba nada más allá del tradicional saludo, hasta que un día estando yo platicando a la entrada de los departamentos con un amigo llegó ella, como siempre, me saludó coquetamente, pero en realidad yo no le miré los ojos, me quedé petrificado mirando sus grandes pechos, a través de su blusa de colegiala podía verse con gran claridad unos enormes pezones, de un tamaño que nunca había visto, completamente erectos, que hicieron que mi verga empezara a tener una enorme erección. La admiré escasamente 10 segundos, pero fue más que suficiente. Esa noche me hice tres pajas solamente pensando en esas grandes tetas y en esos erectos y enormes pezones, imaginaba lo que se sentiría tenerlos en mi boca mamándolos y chupándolos. Desde ese momento Lety se me hizo una obsesión, me la fornicaría a cualquier costo. El plan para lograrlo era el siguiente: estudiaría cada uno de sus pasos, sus costumbres y ya sabiendo eso me haría presente fingiendo encuentros casuales. Pude descubrir el camino que tomaba de regreso de la escuela, la hora y descubrí que lo hacía sola, afortunadamente su inexperto noviecito no la acompañaba sino que se veían en la casa de ella. Afortunadamente tengo carro lo que me facilitó el plan, era el momento de llevarlo a la práctica y esperé pacientemente a las afueras de su escuela, ella apareció a la hora acostumbrada y la seguí a una distancia prudente, en cuanto hubo oportunidad me le emparejé, fingí sorpresa de encontrarla y me ofrecí a darle un aventón. Ella confiadamente subió al carro puesto que relativamente nos conocíamos.

Empezamos a platicar de cosas triviales. Este hecho se repitió toda la semana, afortunadamente mi horario de trabajo coincidía con la hora que ella salía de la escuela. A la semana siguiente se repitió el hecho, pero con la diferencia que ya había cierta confianza entre nosotros. Decidí llevar a cabo la siguiente parte del plan y cuando subió al carro la invité a que fuéramos a tomar un helado. Aceptó sin pensarlo y enfilamos hacia un negocio que vende helados y que por fortuna tiene un estacionamiento bastante oscuro. Me estacioné en el lugar más obscuro que pude, pero tampoco fui muy evidente para que Lety no sospechara mis intenciones. Si vieran como iba vestida la condenada, una falda de colegiala extremadamente corta, sus zapatos negros con medias blancas, su blusa blanca… en fin, se veía simplemente exquisita. Bajé del carro y fui a comprar los helados mientras ella me esperaba, compré un helado de vainilla para ella y uno de chocolate para mí. Empezamos a chupar nuestro helado, la forma tan sensual con la que chupaba el helado empezó a provocar una erección en mi verga, se veía un poco nerviosa y en cierto momento empecé a notar sus pezones erectos a través de su blusa. Era el momento de poner en acción la tercera parte del plan: chuparme esas ricas tetas y si podía fornicarme a esa preciosa colegiala. Empezó en ese instante el siguiente diálogo:

-Qué tal está tu helado Lety?.-
-Mmmm, muy rico, quieres probarlo?.-
-Claro!! Y tu quieres probar del mío?.-
-Si me das… Mmmm también el chocolate está sabroso.-
-Y a que sabrá el helado de vainilla con chocolate?-
-No lo sé… Nunca lo he probado.-
-Te gustaría probarlo?-
– Si…-

En ese momento acerqué mi boca a la suya y comenzamos a besarnos, me dio la impresión de que ella no se sorprendió, más bien esperaba que yo hiciera eso. Entrelazamos nuestras lenguas y compartimos juntos nuestros helados, tenía bastante experiencia besando pues lo hacía divinamente, de una manera muy cachonda, mi mano estaba ocupada con el helado así que me deshice de él y en cuanto la tuve libre empecé a acariciar su ombligo. Poco a poco fui subiendo mi mano, y por fin tuve en mis manos esas ricas tetas, bastantes más duras de lo que imaginaba, sus pezones eran enormes y se encontraban completamente erectos, sin duda era algo fuera de lo normal. Nuestros besos eran cada vez más cachondos y tímidamente ella colocó su mano en mi verga por encima del pantalón y comenzó a frotarla de arriba abajo. Mientras tanto mis manos ya habían aflojado su sostén y sus tetas aparecieron ante mis ojos, como un imán atrajo mi boca hacia ellas y comencé a mamar y a chupetear esos ricos botones, ya estabamos completamente calientes los dos. Duré un buen rato deleitándome con aquel par de melones, mientras tanto ella seguía frotando mi verga por encima del pantalón, decidí ayudarle a deshacerse de su timidez y desabroché mis jeans, apareció mi verga completamente erecta y a punto, la tomó en sus manos y comenzó a masturbarme para posteriormente introducirla en su boca comenzando a hacerme una mamada muy rica, se notaba que no era la primera vez que lo hacía y me dio gusto.

Mientras tanto yo seguía con mi atención en sus melones chupando uno y otro alternadamente. Gracias a la escena que estaba ocurriendo y a la gran mamada que me estaba haciendo Lety mi verga estaba a punto de explotar y lanzar su candente semen en su boca, intencionalmente no le avisé y descargué toda mi leche en su boquita, ella se sorprendió tragó un poco y el resto se le salió por la comisura de sus labios. Siguió mamando como nadie hasta lograr que mi verga estuviera a punto en poco tiempo, pensé que su especialidad era la mamada de vergas por que lo hacía como nadie. Metí mi mano bajo su faldita de colegiala y llegué a sus bragas completamente húmedas, se las quité de un jalón y empecé a acariciar su coñito, ella empezó a jadear y apresuré mis caricias en su vagina, me pareció que tuvo un orgasmo. Corrí mi asiento lo mas atrás que pude e hice que se sentara en mi verga cabalgándome, se dejó caer, introduciéndose toda mi verga en su vagina. Fue fácil la introducción gracias a la abundancia de sus jugos, comenzó a cabalgarme, di gracias por saber que no era virgen, no era el lugar ni el momento de desvirgarla y me di a la tarea de disfrutar de su apretado agujero. Duró un buen rato cabalgándome hasta que no pude más y eyaculé mi semen en sus entrañas al momento que ella tenía otro orgasmo, fue un momento sublime creo que ha sido una de mis mejores eyaculaciones pues me dejó completamente noqueado por un momento, ella también parecía completamente satisfecha pues nos quedamos así un buen rato disfrutando del momento. Se había hecho tarde, arranqué el motor y enfilamos a los departamentos y nos despedimos cachondamente antes de entrar, cada cual se dirigió a su departamento y pude ver que su novio estaba en la puerta esperándola, ni se imaginaba lo que mi linda colegiala me había hecho gozar momentos antes.

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