Me encanta ser la esclava de mi hermano

Me desperté con mi hermano dentro de mí
Era verano yo tenia apenas 11 y el ya 17, ya lo había cachado mirándome y acariciándome con cualquier pretexto y la verdad me gustaba, me entraba como un temor, pero, por otra parte me gustaba y mucho, eso no lo puedo negar.

Un día antes, me había acariciado ya descarada y abiertamente. En verano, después de cenar, mis padres acostumbran a sentarse afuera, en el jardín y mis hermanos y yo a jugar, pero esa semana estaba castigada, así que me tocaba lavar la vajilla de la cena e irme a dormir. Estaba yo en eso y sentí las manos de Juan acariciando mi espalda, de arriba hacia abajo, hasta que me llegó a las nalgas, ya descaradamente y me dijo al oído: -se que te gusta- con su voz ronca que me pone nerviosa y excitada. Así que le dije que si, con la cabeza, pues no podía hablar, estaba ya gimiendo. –Si no le dices a NADIE, te haré algo mejor. Entonces sus manos estaban bajo mis bragas, sentía sus dedos, entre mis piernas, por delante ya, eso me ponía más nerviosa y mucho más excitada, ahhh!!! Me tuvo así un rato y cuando ya estaba babeando y muy mojada, se fue, chupándose los dedos. Antes de salir, me dijo al oído: -Mañana te haré gozar como loca. Esperaba yo que hubiera algo mas, pues me quedaba como en suspenso.

Al día siguiente mis padres se fueron temprano al cine. Esa noche, Juan (como hermano mayor) nos dijo a Beto y a mí. -Hoy cenaremos más temprano y será cereal, para irnos a dormir pronto. Nos pareció bien, al menos, pues mis padres no nos dejaban salir cuando nos quedábamos solos.
Empecé lavar la vajilla y Juan se paro detrás de mi y empezó a acariciarme, metiendo sus manos por debajo de mi ropa, metiendo sus dedos entre mis piernas y entre mis nalgas, me besaba y mordía mi cuello y a mi se me aflojaban las piernas. Me dijo: -te ayudo a lavar la vajilla si en la noche dejas tu recamara abierta y me haces un campo en tu cama (yo no compartía la recamara y el, con mi otro hermano si).
Como no la cena fue muy ligera, casi no había trastos y termino rápido y me despacho a mi recamara. Pero antes me dio un beso de lengua y me dijo: – no te pongas nada para dormir. Sentí que se me salían lo ojos pero no le dije nada y me fui corriendo a mi recamara. Ya en ella me fui al baño, me lave los dientes y me puse la pijama ¿Cómo no iba a ponerme nada? No le hice caso. Después me metí a la cama medio nerviosa, al grado que no me dormí esperando que llegara, pero no llego y finalmente me quede dormida.
Entre sueños, sentía en mi cuerpo como cosquillas, algo excitante. Desperté y mi hermano Juan estaba sobre mi, bueno, yo ya no tenia la pijama y me estaba quitando mis calzoncitos. Pero al mismo tiempo me estaba chupando mis pezones, aun no me crecía el busto. Y sus dedos estaban entre mis piernas. Ahhh!! Cuando me di cuenta ya estaba yo mojada, el me dijo: -te voy a enseñar a besar. Abre la boca- el me empezó a mordisquear mis labios con sus labios, sentía rico, ahh!! -Me dijo que, haz lo mismo, y medio torpe lo hice. -Ahora voy a meter mi lengua en tu boca. Así estuvimos un rato, me hacia algo y me decía que le hiciera lo mismo. Mientras tanto el nunca saco sus dedos de entre mis piernas, al contrario, cada vez, sus dedos estaban mas dentro de mi. y yo mas mojada, ahhhh. Mis ojos se cerraban solos, no los podia abrir, creo que por la excitación.
Después de un rato, me bajo de la cama y me acostó sobre un saco de dormir, que estaba sobre el piso, entre mi cama y la pared. Abrió mis piernas y se puso sobre mi y me dijo: -voy a acariciarte aquí-dijo poniendo sus dedos- pero ya no con los dedos, con algo mas grueso que tengo, quizá te duela un poco, pero no será mucho y solo al principio, después te gustara mucho mas, pero no quiero que grites, así ponte esto en l boca y muérdelo. Dijo dándome una bola hecha con mis calcetas y las mordí. Yo casi no veía, en el suelo todo estaba más oscuro. Pero sentía algo que se estaba metiendo entre mis piernas, sentía rico, pero me empezó a molestar, pues no era dolor intenso, mas bien molestia, era algo mucho mas grande que los dedos que me había metido y mas dentro, pero entre mas dentro, mas molestaba, pensaba que me iba a partir, allí me empezó a molestar mas, el me dijo en voz baja, pero fuerte: -ya pasa, ya pasa, no grites, muerde esto
Y como que se salía y regresaba lo que me estaba metiendo, hasta que por fin se fue hasta el fondo y pegue un grito que ahogo el calcetín. No se movió, empezó a besarme el cuello y a acariciarme mis pezones y poco a poco paso el dolor. El empezó a moverse un poco después, me quito las calcetas, me acomodo mis piernas para que lo abrazara a su cintura y mis brazos yo los tenía en su cuello. El sacaba y metía poco a poco, lentamente, “eso” que yo no veía, pero que sí sentía y me inquietaba y gustaba y me prendía, ahh!!!. Metía y sacaba, metía y sacaba, cada vez mas rápido, mas dentro, mas caliente, mas intenso, ahhhhhhhhhh, de repente sentí todo mi cuerpo temblando, empezando por ese lugar, el no paro, siguió metiendo y sacando rápidamente, hasta que sentí algo mas caliente, mas mojado, mas excitante, yo ya temblaba, mi corazón estaba a mil, mi cuerpo estaba como temblando y el empezó a temblar también. Y de repente cayó sobre mí. El me acariciaba con sus manos, lentamente, mis brazos, mi pelo, mi cara. Creo que me dormí. Pues lo siguiente que recuerdo, fue que Juan me estaba limpiando, con una toalla mojada, entre mis piernas, separadas, pero aun adormilada, sentía que me gustaba, me quede sin moverme, casi ni lo veía, pero lo sentía. El se dio cuenta porque me dijo: -Dormilona ¿te gusto verdad?- Si, conteste con una voz que apenas salió de mis labios. Dejo la toalla y me dijo, vamos a bañarnos antes de que regresen nuestros padres. Me jalo y nos fuimos al baño, abrió la regadera. Para esto yo estaba totalmente desnuda y el traía solo trusa. Me subió a la taza del baño sobre la tapa y empezó a besarme en a boca, y yo a el, abrazados. Después me bajo y me metió bajo la regadera. Me dijo que el me bañaría. Así que tomo el jabón y empezó a enjabonarme con sus manos, me acariciaba y yo me excitaba cada vez mas. Me dijo que quería ver bien entre mis piernas, así que me recostó y me hizo abrirlas, mientras el estaba examinándome, metía y sacaba sus dedos y me excitaba cada vez mas, así que me empecé a sentir mareada y tuve otro orgasmo. Después me dijo cierra los ojos y me beso, sentí como me estaba entrando “eso” otra vez, pero ahora mas rico, el se movió como loco, mas rápido desde el principio y eso nos hizo excitarnos mas pronto y rápidamente y casi juntos, empezamos a temblar. Estuvimos un ratito asi, despues me levantó y fue cuando note que se estaba acomodando el calzón
-¿Por qué no te lo quitas?
Pregunte y me dijo:
-No quiero que te asustes
-¿Allí tienes lo que me metiste?
-Muéstramelo
-Mas tarde, me dijo
Me envolvió en una toalla y me seco. Ya en la recamara, me puso la pijama, mientras me besaba y me dijo:
-Ahora duerme. Ya no tardan nuestros padres y no les gustara encontrarme aquí. Si te preguntan porque te bañaste, les dices que tenías calor.
Yo solo asentí, pues ya tenía mucho sueño.

Hasta aquí les cuento hoy, solo que antes quiero decirles que ya tengo 20 años y mi hermano y yo seguimos teniendo relaciones y nunca me he arrepentido y siempre mejoran. He tenido otras relaciones, que quizá les cuente mas delante, pero antes, tendré que contarles, que Juan, fue el primero en todo, en besarme, en sexo vaginal, oral, anal y mucho mas….

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