Mi esposa y yo en el metro

Este es un hecho real. Somos un matrimonio en los cuarentas, hemos tenido diversas fantasías pero ninguna la habiamos llevado a cabo.
En cierta ocasión decidimos que mi esposa se vistiera de forma por demás femenina, lo cual hace de maravilla, haciendo que los hombres la vean con ojos de deseo.

Subimos al metro de la ciudad de México que es donde recidimos a una hora en que generalmente va lleno, Laura (mi esposa) al entrar al vagón se colocó dandole la espalda a un hombre como de unos cincuenta años, yo me puse frente a ella.
Conforme se fue llenando el metro la gente se juntaba mas y por supuesto Laura cada vez quedaba mas cerca de aquel hombre, hasta que en un momento dado me comentó en voz baja que sus nalgas habian hecho contacto con quien estaba detras de ella, yo me acerqué mas a ella de manera que el contacto entre ellos fuera mas evidente.
Ella me dijo que sentía como el miembro del hombre se estaba parando y que lo sentía exactamente en medio de sus nalgas, yo le pregunté que si deseaba continuar con aquella situación y ella astintió con la cabeza al tiempo que sentía que el miembro ya en estado de erección se movía dandole unos golpecitos en las nalgas.
Mas adeltante subió aun mas gente y yo apreté mas a Laura pensando que con ello aceleraría las reacciones de aquel hombre y en efecto, unos momentos mas tarde ella me dijo que sentía la mano de él rozandole las piernas, en eso me di cuenta que él se encontraba además de muy excitado, nervioso, entonces nuestras miradas se cruzaron y yo le hice un ademan de que no había problema con lo que estaba haciendo, lo que por lo visto entendió perfectamente ya que unos momentos mas tarde ya tenia su mano dentro de la falda de Laura y le estaba acariciando las
piernas llendo de sorpresa en sorpresa ya que pronto descubrió que ella llevaba liguero y medias y según me comentó despues Laura metió varias veces su mano por debajo de los tirantes del liguero.
En unos minutos mas, ella me dijo que estaba acariciandole las nalgas directamente sobre la pantaleta, apretandoselas en ocasiones con bastante fuerza.
En esos momentos vi como él retiró su mano de donde la tenía, para sujetar a Laura de la cadera y atraerla aun mas hacia él, moviendose ligeramente como si se la estuviera cogiendo.
Laura se veia bastante excitada.
Llegamos a la estación donde debiamos bajar, le acomodé la falda a mi esposa, el hombre la soltó y bajamos del metro. Aquel hombre bajó tambien y antes de salir de la estación nos abordó y con mucha educación nos dijo que estaba seguro que lo sucedido momentos antes no habia pasado desapercibido por nosotros, que era la primera vez que esto le sucedía y que su mayor deseo era poder tener una comunicación posterior con nosotros, me entregó una tarjeta de presentación, se despidió de mi con un fuerte apretón de manos y de Laura con un beso en la mano, que mas bien yo creo hubiera querido darselo donde minutos antes tenia su mano, en las nalgas, de este hecho surgieron otras situaciones que mas adelante y si Laura está de acuerdo compartiremos con ustedes.

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