Deseos con Hector

Normalmente soy una chica tímida, no santurrona, pero suelo huir cuando alguien empieza a hablar de tener sexo, sobre todo si le acabo de conocer, esa es una de las razones por las que sigo virgen.
Por eso supongo que debí darme cuenta de que había cambiado algo cuando lo primero que pensé al ver a Hector por primera ver fue «que tal sera en la cama?», me enoje conmigo misma por dicho pensamiento, aunque sabía que todas en la fiesta estaban pensando lo mismo, sus enormes ojos y las pestañas que los enmarcaban le daban un toque misterioso, aunque lo mas difícil de ignorar, obviamente era su camisa blanca que marcaba perfectamente los músculos de su torso y sus brasos.
No tenia nada que temer, sus sonrisas directas me dejaron claro que no le era indiferente, yo también iba radiante. Mi primo había insistido enormemente en que debía de apocar a la festejada por completo, una clase de venganza por haber terminado con el unos días antes de la fiesta. Así lo hice, mi cabello caía en cascada por un costado, maquillaje natural y un vestido largo ceñido al cuerpo. Si, definitivamente, estaba hermosa, cosa que ya en si es mucho, porque no me considero mas que bonita.
La noche fue especial, realmente mi primer pensamiento desapareció de mi mente, solo me dedique a conocerlo, parecía buen chico.
pero solo lo parecía, poco después me visito, no estaba segura de que era lo que mas me gustaba de el, ni que influencia tenia en mi, pero no llevábamos ni dos hora de «primera cita» cuando ya estábamos tumbados en mi sillón. Empezó con pequeños besos, después su lengua se hizo insistente, y entro en mi boca, no era un experto besando, pero su erección rosando en mi pantalón me tenia al cien.
bajo el cierre de mi blusa «¿porque escogí esa blusa?». bajo las copas de mi brassier, si algo me enorgullece de mi cuerpo son mis pechos. comenzó a chuparlos como si en ello se le fuera la vida, yo gemía como loca y buscaba la fricción de su pantalón. sin embargo no lo deje llegar a mas, yo sabia que el tenia novia, y no soy de las que baja novios, así que solo unos minutos después de que el se fuera me llego una enorme culpa, había decidido dejar todo el juego con el.
sin embargo una semana después regreso diciendo que había terminado con su novia, lo que me dio esperanza, y me sentí una estúpida por sentirme así, pero la escena se repitió una y mil veces, sin que el procurara algo serio. así que al fin hice lo que debía haber hecho desde el principio, huí de el.
Pero seguí siendo estúpida pues poco después volvió con excusas tontas y volví a caer, sin embargo esta ves fue diferente.
Salimos de mi casa.
-Y entonces… ¿adonde vamos?
-Pues tengo que dejar estos documentos en mi casa, solo sera un momento- dijo el.
-Claro.
llegamos a su casa, el pregunto si quería tomar algo, y accedí, me pregunto si quería ver una película y no supe que decir.
-preferiría que fuéramos a caminar.
-¿enserio?- pregunto haciendo un gesto de disgusto- lo siento es que todo este papeleo me a dejado cansado, estuve toda la mañana formado.
-esta bien, veamos una película
Puso la primera que encontró y la verdad me relaje un poco cuando el empezó a cabecear a un cuarto de la película.
lo mire mientras dormía, realmente se veía agotado, ademas de que parecía tan inofensivo y tierno que la idea de que tal vez no fuera solo sexo volvió a rondar mi cabeza.
cuando el abrió los ojos, me descubrió contemplándolo.
-¿que miras?- pregunto sonriente.
-Nada, es que, te ves muy distinto durmiendo.
-¿distinto?
-Si, casi pareces niño bueno.
El sonrió nuevamente y me beso. por primera vez en el tiempo de conocerlo sus besos me supieron a amor.
le sonreí de vuelta y el lo interpreto como una aceptación y se abalanzo sobre mi, yo conocía la rutina, sin embargo ahora parecía mágico.
su lengua exigía la mía, yo lo saboreaba, el bajo su mano a mi trasero, y por enecima vez en la vida sentí su erección crecer, abrí mis piernas, le di acceso y lo acerque empujándolo con mis pies. El presiono, y bajo sus labios a mi oreja.
-te deseo
Me estremecí al oírlo, enrede mis manos en su cabello y lo busque con mi boca, la mano que apretaba mi trasero subió junto con mi playera, se levanto un poco y me contemplo, me apene un poco porque normalmente durante nuestras sesiones nunca perdía la ropa. el me sonrió malevolamente y beso mi vientre, abrió mi brassier y de nuevo succiono como solo el sabia hacerlo.
-ahhhhhhh- gemí
Desabrocho mi pantalón y metió su mano bajo mis bragas «¡Dios! debí elegir mejor mi ropa interior» sus dedos llegaron a mi humedad, que ya era mucha y formaron círculos sobre mi clítoris mmmm era el cielo. no me di cuenta en que momento mi pantalón y mis bragas desaparecieron y hay estaba yo completamente desnuda frente al único hombre al que no le podía decir que no.
mirándome a los ojos introdujo un dedo en mi vagina.
-aaaahhhhhhhhhhhh- grite de placer y dolor, estaba demasiado cerrada, nunca nada había entrado en mi vagina.
Sin embargo el no dejo de moverlo, y pronto me acostumbre, el logro introducir otro y yo no podía creer lo que sentía era como si todo mi cuerpo se tensara y aun así pidiera mas y mas.
-oooohhh si Hector, sigue!.
el me miro a los ojos. todo paso muy rápido saco sus dedos de mi, me beso con pasión de nuevo beso mi cuello y sentí algo húmedo chocando contra mi clítoris. ¡era su pene!.
me asuste porque solo un empuje y terminaría mi virginidad que tanto había cuidado.
-no lo hagas- suspire, y temí que no lo tomara en cuenta por lo frágil que sonaba mi voz.
-no, no lo are si no quieres
siguió masturbandome con su pene hasta que me corrí con un sonoro grito que pretendía ser su nombre.
-Dejame agradecerte.
no sabia que me guiaba a hacer eso pero aun así lo hice, y metí su pene en mi boca sin meditarlo porque sabia que me arrepentiría.
-woooooow- gimió, mientras me miraba sorprendido.
Eso me éxito de nuevo y succione con mas fuerza, nunca lo había hecho por lo cual me sentía un poco tonta, pero por sus gemidos me daba valor.
-No pares Clay, no pares!
en un momento de valentía me lo enterré completo en la boca y sentí una sacudida, después los chorros de semen caliente resbalaban en mi garganta.
-Nunca alguien había hecho eso conmigo.
-Por nada- respondí

Este relato es 100% real, aunque como escritora subir algunos que no lo sean, podrán identificarlos porque, como les dije soy virgen, así que todo lo que tenga penetración no es del todo real. También les agradecería sus comentarios y votos, para mejorar mi escritura. Espero que les guste 🙂

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