El Masaje

Mi nombre es Roxana, siempre me he considerado una mujer sensual, soy delgada, abdomen plano, piernas torneadas, senos redondos y grandes y un trasero deseado por muchos, todo esto debido a que acudo al gimnasio muy seguido, soy de piel clara, ojos color café, unos labios carnosos y cabello castaño y lacio. Esto que les contaré ocurrió en el 2006, yo tenía tan solo 36 años y fue el inicio de una de las relaciones más intensas de mi vida y con una persona que jamás me imagine que sucedería.
Era un sábado del mes de octubre, yo ese día llegue demasiado fastidiada de mi trabajo, soy abogada y ese día tuvimos demasiado que hacer con algunos casos. En esa ocasión sólo se encontraba mi sobrino en casa, él se había venido a vivir con mis dos hijas y conmigo debido a que estudiaría música aquí en Monterrey, él tenía 17 años, un cuerpo atlético el cual lo adornan algunos tatuajes, piel clara, ojos color azul y cabello quebradizo negro.
-Buenas tardes tía- con mucha alegría me expreso Isra
-¡Hola nene!, buenas tardes, ¿Cómo ha estado tu día?- tenia la costumbre de decirle nene o nena a mi hija
-Las clases estuvieron bien, pero no pude verme con mi novia, así que decidí quedarme en casa con mis primas viendo unas películas pero salieron con sus amigas y no quise ir con ellas, ¿quieres ver las películas conmigo?-
-No nene, velas tu solo, la verdad vengo muy fastidia, estresada y sólo deseo dormir-
-Entiendo, ¿quieres que te haga un masaje?-
-No nene, no quiero interrumpir tu tarde-
-Para nada tía, te hago un masaje sólo ponte cómoda y enseguida voy a tu habitación-
El insistió y no pude negarme a relajarme un momento, únicamente me quede en ropa interior me puse mi bata y espere a que llegara, cuando entro en mi habitación él iba vestido sólo con un short, se veía tan apuesto, parecía un masajista profesional.
-Quítate la bata y acuéstate boca abajo en tu cama tía-
Al quitarme la bata vi como mi sobrino me miro de arriba abajo y sentí muy bonito que aun con mi edad podía atraer la mirada de los jóvenes.
-¡Que bonito cuerpo tienes tía!- expreso con una voz nerviosa
-Gracias nene, es fruto del gym- en cuanto dije eso me acosté como me lo pidió
-Pues bien empecemos, desabrochare tu brassier para poderte dar el masaje en la espalda-
-Si nene no te preocupes-
Mi sobrino se subió sobre mí, quedando mis piernas atrapadas entre las suyas, cuando puso sus manos en mi espalda una extraña sensación recorrió mi cuerpo, sentir sus manos jóvenes dándome un buen masaje en verdad me relajo y me quede dormida.
No se cuanto tiempo había pesado desde que me quede dormida, pero sentí un extraño toqueteo en mi vagina y mi trasero, no hice ningún movimiento, la sensación era muy rica y me dedique a disfrutarlo pensando que era un sueño, seguía boca abajo pero con las piernas abiertas y me di cuenta que lo que pensé que era un sueño no era tal, inmediatamente me levante y tenia mi tanga hasta las rodillas y debido a que ya mi sobrino me había desabrochado el brassier, al levantarme se me había caído, él me miro con miedo y al darse la vuelta pude ver como su pene estaba en todo su esplendor, en ese momento en lugar de enojarme con él lo vi como un hombre y no como mi sobrino, el intento salir del cuarto pero me acerque corriendo a él y se lo impedí.
-Tía perdóname, no era mi inten…- lo silencie con un beso en la boca
El correspondió el beso y poco a poco nos dejamos caer en la cama, sus besos eran muy apasionados y yo estaba demasiado excitada pensando que al hombre que estaba en mi cama besándome era mi sobrino y eso me prendía más, baje mis manos hasta su short y al bajarlo note que no usaba bóxer en ese momento, deje de besarlo para ver su pene y mi sorpresa fue mayor cuando note el enorme tamaño de aquel miembro de mi sobrino, puse mis manos sobre su pene y comencé a masturbarlo, mi sobrino solo me observaba sin dar crédito a lo que yo hacía y le dije:
-¿Esto es lo que querías?, ¿Te excita tu tía?, ¿Querías verme desnuda?-
-Mmmm si, desde hace un par de años que te miro como una mujer, mmmm sigue así-
Al escuchar eso me moje totalmente, saber que mi sobrino me deseaba era lo más exquisito que un hombre me había dicho, yo ya no podía más el me deseaba y yo a él, baje mi cabeza hasta su pene y lo introduje a mi boca, era tan grande que no me cupo, pero con mi lengua recorrí todo y también sus huevos, le estaba comiendo el pene a mi sobrino jamás se me había ocurrido que esto iba a suceder algún día, con mi mano derecha me empecé a masturbar y con la izquierda tocaba los pectorales de mi sobrino, el coloco sus manos sobre mi cabeza y me ayudaba bajando y subiendo mi cabeza sobre su miembro, le estaba encantando la mamada que su tía le estaba dando. Algunos minutos después sin sospecharlo su pene comenzó a expulsar semen dentro de mi garganta y sin dejar de mamarlo me lo trague todo hasta dejárselo limpio.
-Tía ahora me va a mí, deja comerme tu vagina-
Me rodeo con sus brazos lamio mis senos y me acostó en la cama, con su lengua recorrió desde mis senos hasta mi rasurada vagina.
-Me gusta tu chocho tía, rasurado como el de una niña- después de decir esto, con la puntita de su lengua empezó a jugar con mi clítoris y comenzó a devorarme la vagina, yo solo me dedique a gozarlo, mi sobrino me comía como ningún otro lo había hecho, después de un rato convence con el vaivén de mi chocho en su boca ocasionando mi primer orgasmo que mi sobrino me provocaría esa tarde.
-Mmmm nene, aaaah, ooooh si-
Después de mi orgasmo empezó a lamer mis senos, mordía mis pezones e introducía sus dedos en mi vagina, yo solo acariciaba mi cabello gozando el momento, pero el nuevamente busco mi boca y nos besamos como un par de enamorados, nos abrazamos y el quedo de espalda a la cama y yo sobre el, en ese momento yo estaba perdida por todo lo que estaba pasando me levante quedando mi vagina encima de su enorme pene y sin pensarlo me levante y lo fui introduciendo, mi vagina lo engullía poco a poco, puso sus manos sobre mi cintura para ayudarme y cuando me había penetrado por completo empecé a darme sentones sobre el, mi sobrino me tocaba las nalgas, los senos, me acariciaba con deseo:
-Tía no sabes como deseaba esto-
-Nene, mi sobrino favorito Mmmm mi hombre-
El vaivén de mi vagina con su pene contribuyo a mi segundo orgasmo
-aaaaah mmmm neneeee- explote en deseo
Al salirme de él, su pene seguía erguido y venoso
-Tía, ¿alguna vez has tenido sexo anal?-
Me sorprendí con lo que mi sobrino me preguntaba –No, jamás-
-¿Te gustaría intentarlo conmigo?-
En otra situación o más bien con algún otro me hubiera negado, pero esta vez era mi sobrino quien me lo proponía, y sin dudarlo me puse de rodillas en la cama, mi cabeza estaba sobre la almohada y con mis manos abrí de lado a lado mis nalgas para deleitar a mi sobrino.
-Hagámoslo-
Jamás olvidaré la cara de perversión que mi sobrino puso en ese momento, y antes de penetrarme empezó a lamer mi ano, fue demasiado rico sentir su lengua recorrer mi esfínter y sin avisarme y de una embestida me penetro
-Aaaaaaaah- grite con mucho dolor
-Lo siento tía pero era uno de mis sueños penetrarte así-
-No te preocupes nene solo gózame y hazme gozar-
Fueron muchas embestidas las que mi sobrino me dio analmente, fue cuando un tercer orgasmo me vino, el al notarlo se detuvo y pego mi cuerpo hacia el suyo apretando mis senos, lo más sorprendente es que no lograba que mi sobrino se descargara nuevamente
-Nene eres todo un semental, Mmmm-
-¿quieres continuar?-
-Tú decide nene, yo puedo continuar si tú gustas-
Al escuchar esto, me puso de espalda en la cama, coloco mis piernas sobre sus hombros y nuevamente su enorme pito me penetraba por la vagina, en esta ocasión las embestidas fueron más intensas, y yo lo estaba gozando como nunca, él acariciaba mis senos y cerca de media hora de aquella exquisita cogida, apretó mis senos muy fuerte, detuvo la embestida y por fin me lleno de su rico y caliente semen, sentía como se venia intensamente dentro de mi, lo cual por lo cachonda que estaba y sentir su leche en mi interior logro mi cuarto orgasmo, ambos quedamos rendidos pero sin dejar de besarnos.
-Tía en verdad te deseaba, jamás creí que mi fantasía se volvería realidad-
-Oww nene espero no sea la ultima vez que hagamos esto, gracias por el rico masaje-
En la noche y después de habernos bañado como siempre separados, llegaron mis hijas y todos nos dispusimos a cenar como la linda familia que éramos, pero mi sobrino esa tarde se convirtió en mi hombre, en mi deseo.
Hasta aquí puedo contarlos lo que ocurrió esa tarde, es mi primer anécdota pero pronto escribiré más cosas que he vivido con el, y otras cosillas que me ponen súper cachonda

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