A la prima la pierna encima

Hola, me llamo Sebastián pero vosotros podéis llamarme Bastian, soy un chico normal, me considero abierto, analítico, culto, sensible, sincero y además… un chance morboso, puedo asegurar que en mi adolescencia me he pasado pensando en sexo la mitad del tiempo siquiera, y bueno, hoy escribo para contarles una aventura que viví hace poco y que estoy seguro, ha de llegarle a emocionarles y a entretener su turbia imaginación.

Todo empezó el anterior fin de semana cuando me encontraba en la casa de mis abuelos en el campo, reunida estaba toda mi familia porque había llegado una tía del extranjero. Me aburren las conversaciones de los mayores así que pronto, ni bien llegué fui a llamar a mis primos y hermanos para que hiciéramos algo divertido, una de mis primas, Diana, es una chica muy bonita, solo tiene 14 años pero está bastante crecidita, es de tez blanca , cabello castaño claro, ojos cafés verduscos claros, nariz fina y respingada, mide como 1.70 y tiene un par de piernas largas, su culito es redondo y paradito, pero para nada pequeño, sin tener nada de gordo, sus tetas no son grandes pero es de esperarce que le crezcan… en resumen una chica deliciosa, hasta ha participado como modelo no profesional en desfiles.

La cosa es que decidimos hacerle al fútbol entre primos y primas, yo y Diana estábamos en equipos distintos, ella no sabe jugar muy bien al fútbol pero al voleibol si le hace, y es así como mantiene su hermoso cuerpecito. Ya iniciado el partido me di cuenta que era más burla que juego, todos nos reíamos y mofábamos de nosotros mismos , Diana pasaba recalcando lo mal que jugaba pero mi primo Jaime le decía lo contrario, Jaime es un joven de unos 22 años que juega muy bien al fútbol , no es muy alto y de pequeño era gordito pero ahora ha transformado su gordura en músculos, no es muy pintón y tiene operada la nariz, durante el partido como iba en el equipo de Diana le pasaba ayudando y alentando y a ratos algo más, en un momento me percate de algo que nadie mas notó, después de que Diana logró meter un gol, el cual no fue meritorio porque Jaime prácticamente le dio haciendo todo solo para que ella moviera un poquito la bola, además de sus típicos halagos, Jaime la compenso con ! una caricia, le cogió el culo, nada accidentalmente porque se dio tiempo de pasarle la mano hasta la rabadilla, lo que pareció gustarle porque ella respondió con una mirada coqueta, Yo siempre había creído que Jaime se traía algo con Diana pero ni modo, el partido siguió igual, todos seguían cagándose de la risa, menos yo que seguía pensando en lo de Jaime y Diana, por eso es que estaba medio despistado, y en una de esas sin querer me choqué con Diana, y nos caímos, yo quede sobre ella y con una de mis manos en su coñito, enseguida la quité pero ella igual se disgusto, y aunque no dijo nada me quedó viendo super mal. Se había acabado el partido y fuimos a comer, después hice una siestecilla, hasta que me levante por el ajetreado movimiento que había en la casa de mis abuelos, no sabía que pasaba hasta que entró mi hermano apurado en la recamara en la que me encontraba y me dijo: «muévete si quieres irte con nosotros, ya estamos saliendo, nos vamos de excursión» (a un monte muy bonito para hacer caminatas recreativas y queda cerca de la casa de mis abuelos), yo que todavía estaba medio somnioliento me quedé un rato más en la cama, me puse los zapatos y salí medio apresurado para tratar de alcanzar a los demás lamentablemente era ya muy tarde, ya no había nadie, no tuve nada más que hacer que regresar a la casa y resignarme a pasar una tarde muy aburrida y solitaria… Entré sin hacer bulla a la casa y me fui a la recámara, cuando me disponía a prender el televisor vi por la ventana a Diana que regresaba, ¿pero porqué lo haría?… pronto me di cuenta que era porque había tenido una peque caí! da que la dejó enlodada toda, como no quiso seguir con la caminata toda sucia volvió a la casa, escuché cuando entró y cuando me dirigía a preguntarle que pasó escuché: Nadie!… que bien. Estoy hecha un asco, no soporto ni un momento más estar así.

Entonces entró al baño y dejó la puerta abierta , yo desde la puerta de mi recámara podía ver todo y estaba bien camuflado, decidí no hacer nada porque me vi frente a la oportunidad de conocer a mi prima más íntimamente, y tal vez de gozar de su cuerpito desnudo o algo así y bueno lo iba a aprovechar; empezó a desvestirse, dándome las espaldas, tiró su chaqueta toda sucia, se sacó su camiseta, se sentó y se sacó sus zapatos y medias, después desamarró el cordón que mantenía su pantalón flojito sujeto a su cintura, y este cayó enseguida, estaba en interiores, tenía un sostén de esos que son para hacer deporte y un calzoncito blanco pequeñísimo que permitía apreciar la parte de abajo de su blancas nalgas redonditas, deliciosas, su culo me pareció mejor ahora que estaba mas descubierto, también note que tenía su pancita plana riquísima, me excitaba mucho verla así y la pinga se me puso dura, seguí observando, vi que tomo su calzón de los elásticos de los lados y cuando ya se lo i! va a quitar… tiró la puerta de una sola, me sentí frustrado, tenía ganas de ir y abrir la puerta para poder verla al descubierto completamente, pero en vez se me ocurrió algo buenaso, el baño tenía una especie de tragaluz en el techo, que se podía mover un poco porque no estaba bien colocado, solo necesitaba que ella no me oyera cuando me subiera al techo.

Todo estuvo solucionado cuando escuche que prendió la radio a todo volumen, además se me ocurrió atajarme la filmadora de mi padre para grabar tan memorable momento, salí de la casa tratando de no hacer nada de sonidos, afuera me ayude de una escalera para treparme al techo y ya arriba me recosté y moví poco a poco el domo, tenía a mi disposición una ranurita por la que trataría de ver todo lo que pasaba dentro, me asomé y vi a mi prima que se había quedado cagando antes de entrar a la ducha, verla pujando allí sentada me excitó mucho no se porque, empecé a filmarla, después de un instante se levantó y se metió en la ducha, ya estaba desnuda completamente, me di cuenta que tenia poquitos pelos rubios sobre su coñito, y que el agua que estaba un poco fría hacía que sus tetas se endurecieran y sus pezones se le paracen, se colocó bajo el chorro y empezó a ponerse el shampoo, en eso mientras ella se bañaba la puerta del baño se abrió muy delicadamente, me asuste bastantaso pensad! o que habían regresado los demás, pero me tranquilice al ver que era solo… Jaime, Y que estaba solo, Pero que hacía allí Jaime? tenía una mirada picaresca y emocionada, había regresado de la caminata antes que todos con un propósito bien claro encontrar sola a Diana , se desvistió y se acercó a la cortina, Diana que estaba bañándose y con la música muy alto, no se había dado cuenta, pero cuando Jaime tiró violentamente de la cortina salto por la sorpresa, Jaime se precipitó dentro de la ducha, Diana le preguntó que qué hacía allí, Jaime le respondió que también estaba sucio y que deseaba ducharse, porque no lo haces después, yo salgo ahorita, ya acabo, dijo Diana cubriéndose sus tetas y coñito, a Jaime le saltaban los ojos y no disimulaba su excitación, insistió en que Diana siguiera bañándose, que ambos podrían hacerlo a la vez, la convenció, y apenas ella se volteó para enjuagarse el cabello Jaime se le acercó y le dio un palmada en el trasero, ella se voltió rápidamente y! lo miró, cambió la cara y le dio un beso en la mejilla y le dijo «ten aquí tienes el shampoo yo ya he acabado», e intentó salir de la ducha pero Jaime la detuvo replicando «como? sin enjabonarte, prima a eso no se le puede llamar baño, venga que le ayudo» tomo el jabón y la empezó a jabonar, ella le pidió que le dejará hacerlo a ella mismo, pero el se lo negó, con sus manos jabonosas Jaime recorría todo el cuerpo de Diana y de rato en rato se llevaba las manos a su pieza, después para enjuagarse se pusieron bajo la ducha, él estaba tras de ella, y le tocaba los hombros la espalda y el abdomen, noté que Diana ya no tenía cara de asustada, sino que estaba tranquila y risueña, Jaime de un momento a otro empezó a besarle el cuello y ella suspiró, Jaime avanzó con sus movidas acariciándole los pezones a Diana, ambos estaban gozando, de repente ella se volvió y le besó en la boca, muy fuerte, con lengua y todo, él puso las manos en el trasero de ella y apretaba sus nalgas fuerteme! nte, ella le acariciaba la espalda frenéticamente, Jaime la apoyó en la pared y empezó a besarle el pecho y llegó a sus tetas, le chupó los pezones, ella gemía del gusto, y para cuando él hubo acabado en sus tetas, le llevo las manos hacía su pene, ella lo tomo y empezó a masturbarle, Jaime en cambio le cogió el coñito y también la acarició, se estaban masturbando uno a otro, pensé que Jaime se la iba a tirar ese preciso instante, y la idea no me agradó por lo que decidí asustarlos, me bajé del techo lentamente, después me dirigí a la puerta y la toqué fuertemente, puedo imaginarme el susto que se deben haber pegado!.

Enseguida de eso escuche como alguien apresuradamente salía del baño y empezaba a correr por el pasillo, Está abierto, grito Jaime, entonces entré, escondiendo la cámara en mi chompa, él se encontraba en la cocina vistiendo la ropa que tenía cuando entró al baño, se había puesto una gorra para que no se notase que estaba con el cabello mojado, y estaba sin zapatos ni medias.

Que haces? le pregunté, Estaba buscando algo que comer, y tú qué haces aquí?, dijo, entonces le salí con que me había ido a jugar con los perros, que estaba entretenido pero que había notado que habían regresado, dije.

Entonces entró Diana a la cocina y me saludó, pero no dijo nada mas, se dedicó a lanzarle miradas preocupadas a Jaime, quien se notaba estaba incómodo con mi presencia, Jaime trató de persuadirme para que fuera a ver que pasó con los de la caminata, pero yo insistía en quedarme en la casa, al final el terminó yendo.

Me quedé solo con Diana, conversamos un rato de cosas sin importancia y yo no paraba de pensar en ella desnuda en la ducha y me excitaba mucho, tanto que de repente estaba lleno de «ganitas» frente a ella viendo su hermosos cuerpo, hacía lo que sea para echarle disimuladamente una mirada a su trasero, ahora cubierto tan solo por una pantaloneta azul ceñida y muy corta, de esas que utilizan las chicas para jugar volley, además sus tetas aunque no muy grandes se veían paraditas a través de la camiseta gris y debajo de la cual parecía no haber nada.

Pare de una sola la conversación y le dije: Diana te vi con Jaime cuando estabamos jugando fútbol, y me parece que ustedes están en algo raro, ella lo negó todo y dijo que Jaime se llevaba muy bien con ella pero que nada más, entonces le pregunté: Que crees que dijeran tus papas si se enteran que vos y Jaime hacen de todo? , asustada pregunto: A qué te refieres? Y le conté que los había visto en la ducha, ella me dijo que yo hablaba mentiras y que debía dejar de inventar cuentos, le pedí que me acompañara a la recamara. Allí prendí el televisor, conecte la cámara y le mostré lo que había filmado, se puso pálida y muy nerviosa, le dije entonces: Ahora qué piensas? no lo puedes negar, ella empezó a rogarme que no se lo muestre a nadie y yo le aseguré que no lo haría si es que ella me permitía saciar un deseo que tenía guardado, ella me preguntó de una qué era.

Me gustas, le dije, eres muy bonita, si no fuéramos primos hubiera intentado conquistarte antes, por eso mi deseo es que por un momento me mires solo como un chico más al que no te une parentesco alguno, Bueno, me dijo, Pero para qué?.

En ese momento me le acerqué y le besé en la boca muy despacito, ella no se resistió y poco a poco empezó también a besarme, estabamos dándonos un tremendo destrampe, la abracé y le hice acostar boca arriba sobre la cama, seguíamos besándonos, pasé de su boca a su cuello y después a sus orejas, ella estaba cediendo más de lo que yo creí que iba a ceder, sus manos estaban completamente tendidas sobre la cama, ella estaba indefensa. Yo estaba sobre ella, pero con las piernas a un lado, puse mis manos en su cintura, su camiseta que estaba un poco recogida hacia arriba me dejaba sentir su piel, diablos! Aquella sensación me hacia creer que no podría parar, con mi mano derecha por debajo de la camiseta empecé a subir por un lado y con mi mano izquierda intentaba pasar por debajo del elástico de su pantaloneta.

Cuando llegue a sus tetas las empecé a acariciar, al comienzo por los contornos y después llegué hasta su pezón, ese momento ella abrió los ojos y me cogió del brazo izquierdo para impedirme que le siguiera bajando el short, éste se encontraba ya muy abajo en su abdomen y mi mano ya había podido sentir unos poquitos vellos que tenía sobre su coñito. Decidí no continuar por aquel camino, la volví a besar en la boca y ahora si con ambas manos le subí su camiseta hasta dejar completamente descubiertos sus senos, bajé a ellos con mi boca y los lamí de cabo a rabo, cuando me ocupaba de sus pezones, ya endurecidos, ella se estremecía, tenía ahora sus manos en mi nuca y me acariciaba el cuello, me cansé de sus tetas y empecé a bajar, con mis manos y con mi boca, para cuando mi boca hubo llegado a su ombligo, mis manos ya estaban sobre su short en su nalgas, cuando traté de bajárselo, ella se opuso, intenté persuadirla pero solo logré que se pusiera mas necia y que se acomodará la ropa…

Ella estaba sentada en la cama y me dijo: Entonces, no se lo dirás a nadie?, eh?. No contesté, y cuando ella estaba por irse, la volví a sentar y continué, SI me dejas terminar, Ahora ponte esto, y le di un antifaz que usa mi abuelo para poder dormir, que estaba sobre la cama, Y para que?, preguntó, De ahora en adelante y si no quieres que le muestre a nadie lo del video no deberás cuestionarme ni detenerme, ahora póntelo!.

Trató de decir algo pero no la dejé, le hice que se recostara boca arriba de nuevo con el antifaz puesto, Quédate ahí le dije y rápidamente puse la cámara en REC sobre el televisor, como éste quedaba a mi espalda cuando me acerqué a donde ella la hice girar en la cama, así podría grabar toda la escena, entonces me incliné sobre ella y separé su piernas para que mi cadera quedara un poquito más abajo que la suya y mis piernas en el centro de las de ella, volví a besarle y ahora lo hice muy fuertemente, cuando empecé a acariciarle el cuello ella también se embaló, había evitado quedar completamente sobre ella, no separaban escasos centímetros, pero el siguiente instante me apoyé completamente sobre ella , y había contacto en todo nuestros cuerpos, mi pene que estaba ya paradaso quedó en contacto indirecto con su vagina, y empecé mientras la besaba a frotarlo lentamente, su cadera empezó a moverse al compás de la mía, me sostuve con los brazos para poder acrecentar los movimiento! , sentía sus labios cediendo para dar cavida a mi polla, estábamos siguiendo un ritmo muy rápido, hasta había dejado de besarla, nuestra única preocupación estaba ahora en nuestros genitales, cuando sentí que necesitaba más, la tome por la cadera, me incliné hacia atrás, la levanté hasta que quedamos a un lado de la cama y sosteniéndola sobre mi, seguimos frotándonos, estabamos masturbándonos el uno con el otro, Ya no era yo el que imponía el ritmo, sino ella que quería más y más, tenía mis manos en su culo y apretaba sus nalgas con fuerza, tratando de contenerme, lo que más apreciaba de ese momento era tocar su trasero, no dejaba de pensar en él, de repente la levante y la volví a dejar sobre la cama, me lleve una mano al pene, con la otra le hice ponerse boca abajo, sus rodillas estaban apoyadas en el piso, volví a frotar mi pene contra su vagina ahora en otra posición, estaba delicioso, veía como con cada movimiento sus nalgas vibraban, adoro su culo, tenía que verlo mejor,! su short en esta posición dejaba ver el principio de éste y me tentaba quitárselo, además con cada movimiento había estado acercando a propósito mi pene a su hoyito, hasta que no pude aguantar más, agarré el short del elástico y se lo baje de un solo tirón. Ah! que delicioso culo, sus nalgas blancas y redondas!, enseguida Diana intentó volvérselo a poner, pero yo se lo quite por completo y lo lance hacia atrás, después al oído le susurre: Todo lo que yo quiera… ella no dijo nada, como aceptándolo.

Pero había dejado de moverse y mantenía sus nalgas tensas, me di cuenta que su coñito estaba completamente mojado, y suave, le hice que se diera la vuelta, empecé a explorarlo, al comienzo con mis dedos, después me arreché a hacerlo con la lengua al comienzo hacía suave presión sobre el clitoris con la parte plana de la lengua, y después cuando ella por fin se dejo llevar seguí haciendo movimientos rápidos pero ahora con la punta de mi lengua, finalmente le introduje mis dedos, le seguí masturbando hasta que ella se puso completamente excitada, húmeda, ansiosa, parecía que con cada avergonzado gemido pidiera que la penetraran, yo tenía la polla hinchada de solo verla…

Me baje el pantalón y liberé a mi pene que estaba gigante de lo parado, la tome de la parte de atrás de las rodillas, y le abrí bien las piernas, con mis ojos clavados en su sexo mojado, con sus piernas en mis hombros, entonces introduje mi pene, al comienzo me quede solo en sus labios, disfrutando del primer tacto entre nuestros sexos… podía ver como Diana se inquietaba, y le penetré ahora sí mi pene por completo, con fuerza, atravesando todo lo que estaba en el camino, tenía un coñito estrecho, que me hacia sentir tanto placer que quería más y más, mi cuerpo se movía con un ritmo que ella siguió, sabía que le había dolido un poco por la expresión de su cara que se había guardado las palabras, el placer que sentía me impulsaba a seguir, ella poco a poco se entregaba más, empezaba a participar, se movía conmigo cada vez más y más intensamente, nos acoplamos como un solo cuerpo, me la estaba comiendo, y ella gemía ahora si llena de placer, hasta que sentí que me iba a corre! r, entonces empece a bajar el ritmo, hasta que casi me detuve, y justo cuando pense que lo había controlado, ella empezó a moverse como pidiendo más quería que me la comiese por completo, me mordía los labios para contenerme mientras le culiaba con toda el alma, entre penetración y penetración no había casi lapso de tiempo, todo su cuerpo vibraba, y de su boca estallaban gemidos que parecían robarle todas sus fuerzas, y uno de ellos, el más fuerte, el último, se produjo al mismo tiempo que su cuerpo convulsionante decidió parar, yo también estaba en el límite y con mi último movimiento deje mi pene fuera de su coñito, pero apenas lo hube hecho, estalló, embarrándola de semen espeso que de su raja bajaba chorreando y se adentraba en su hoyito, empapado su delicioso culo, su nalgas blanquitas y redondas. Su hoyito era pequeño y rosado, podía imaginar como le frotaría mi semén como un lubricante para que diera paso a mi pene ansioso por recorrer cada lugar de su cuerpo, y como p! resionaría a mi polla al penetrarlo, mientras Diana se estrujaría, con mi polla en su culo, entrando y saliendo, y sus nalgas vibrando con cada movimiento… Diana ahora yacía recogida sobre la cama de costado con las manos en la entrepierna, ahí fue cuando me percaté de un hilito de sangre que brotaba de su coñito, seguro le había dolido el perder su virginidad, dolido físicamente, agotado me recosté a su lado, la abrasé, y nos quedamos allí un buen rato, ella quedó dormida en mis brazos y yo mientras la veía dormida, bella, pensaba si esque alguna vez ella podría volver a verme como su primo, si habría logrado que me viese como un hombre, su hombre aunque sea por un segundo.

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