DULCE DE HIGOS

Así me lo conto el juanico: Ese fín de semana sus padres me enviaron a la granja de mi abuela, yo estaba realmente enojado porque yo quería salir con mis amigos a un cocierto de rock. Pero los viejos se pusieron de una manera,nah al diablo con todo.Esa tarde la abuela me recibió muy amablemente me dió su dulce de higo,mí mamá siempre se pregunto como le salía tan dulce,me mostró la granja, charlamos hasta el anochecer y nos fuímos a dormir como hacian todos los granjeros por alli. Realmente era muy temprano para mí y para colmo mi radio se descompusó, abuuurrido hasta que un sonido atrajó mí atención.Me deslice al cuarto de la abuela y lo que ví…mí abuela desnuda junto a su cama metiendose los dedos en su vagina, como estaba de espaldas a mí decidí quedarme un rato a mirar. Cuando al fin «llegó» se derramó sobre un platón con higos.Vaya forma de descubrir la «receta secreta», compañero. Al día siguiente recordé que había un espejo a su lado,pero pense que igual no me había visto porque me sirvió su dulce de higos junto con un jarro de jugo de fresa,me lo tomé todo de un bocado.Conversamos durante el desayuno, por alguna razón empezó a parecerme una mujer muy atractiva.Me llevó a las higueras,en un rincón bastante alejado de la propiedad.El sol alumbraba tan fuerte que tuvé que quitarme la camisa. Nos sentamos en un tronco cuando en esó tuve ganas de mear,la abuela me dijó «Claro Eusebio allí atras de ese matorral».Caminé hasta allá con ella siguiendome,no hice nada por apartarla, ella comenzó a comentar como envidiaba a mí mamá cuando de niño me llevaba de la mano y me hacía orinar, yo dijé en broma (lo juró) «Y porque no lo haces ahora?».Entónces su rostro cambió de amable a sensual, muy sensual. Pusó su mano en mi pecho desnudo de donde lentamente comenzó a bajarla, al llegar a mi cintura se pusó en cuclillas acariciandome las piernas, siempre lenta y sensual,alcanzó mi cierre ,dejó al descubierto mi sexo, lo tomó con sus manos,oriné. Mientras orinaba ella me masajeaba el pene,cuando terminé ,ella mojó con baba su pañuelo y comenzó a «limpiarme»,completamente duro ya,ella exclamó «Oh un calambre, un gran calambre,esto hay que tratarlo y pronto,por suerte tu abuela sabe de esto». Se subió el vestido hasta quitarselo ,dejandome ver su desnudo cuerpo maduro y sexy, yo me quité mis pantalones.Entónces fuímos agarrados de la mano hasta el tronco, allí nos descalzamos y la acción comenzó.Me tumbó en el tronco y comenzó a besarme pasandome sus tetas de mujer madura por todo el cuerpo.Incluso me masajeó el pene con ellas.De pronto mientras la abuela me corría con la mano derecha bum! puso uno de sus dedos de la mano izquierda en mi ano haciendome alcanzar una fantástica erección.Realmente la abuela sabe. Entónces se montó en mi pene y comenzó a subir y bajar,subir y bajar mientras yo le agarraba los juguetones pechos,su hermosa cadera.Aproveché una distracción y la clavé con fuerza ,sorprendida me dejo hacer a mí.Puse una de sus piernas en mi hombro y comenzé a meter y sacar mi pene en su sorprendentemente bien lubricada vagina continué así hasta que ella llego a su orgasmo y luego llegué yo. Después fuímos a laguna donde solo llevamos un par de toallas y unas meriendas, nadamos desnudos un rato,en eso ella comenzó a nadar de espaldas a mí.Majo fué la primera vez que se la metía a alguién en el agua, la clave muy bien.De alguna forma logró voltearse y quedamos cara a cara, a través del agua sus tetas lucían espectaculares,que gozó ,ahí nos vaciamos. Nos tendimos en las toallas.Cuando la abuela se untó con el dulce de higo me pusé a cien, Le lamí hasta el culo,sin olvidarme de su vagina y sus pechos,luego ella me untó a mí recorriendo mi cuerpo con su ardorosa boca.Cuando su lengua deliciosa se apropió de mi pene erguido iniciamos una maniobra 69.Su mamada era tan fuerte, guau, en eso me corrí en su boca …y se tragó mi semen completito.Ese fué un verdadero gran festín de higos. Al día siguiente volví a casa con el firme propósito de volver muy a menudo, por que yo tienes que enterarte,tienes que saberlo yo amo los higos de mi abuela.

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