Dulce Posesion

Las piernitas flacas, las manos cruzadas a la altura de su bajo y vientre
y solo mirando el piso; tipica villerita…. Habia quedado a cargo de la tía al morir sus padres y esta que mas de una vez se acostó conmigo me la ofreció por un buen precio…el único encanto que tenia era su virginidad. Tratala bien me pidió su tutora y ex-amante; fuimos a la pieza y la senté al borde de la cama acariciando su huesudo cuerpito al tiempo que le decía palabras de tranquilidad buscando besarla pero ella me negaba sus labios y solo aceptaba unos pocos besuqueos. La recosté y empece a desvestirle mientras mi lengua saboreo sus incipientes tetitas bajando mas allá del ombligo teniendo que separar sus manitos que cubrían en una inútil resistencia su inmaculada conchita. Lamí sus muslos internos y llegue a sus labios vaginales con el olorcito a jabón de tocador barato como su perfume y comencé a chuparla…al cabo de unos minutos gimió retorciéndose y eso me enloqueció de sobremanera poniendo mayor dulzura en la practica del sexo oral. Entrelazamos los dedos y cuando sus labios vaginales se hincharon chorreando flujo a granel decidí empezar a subir; cuando mi pene llego a la altura de su ardiente vagina se mordió el indice implorando que no lo hiciera. Entre de una haciéndola gemir y retorcerse mientras lloraba y yo bombeaba buscando meter mi lengua en su boca la cual me fue negada. Me dedique a coger y agradecerle el honor de ser el primer hombre en ella, le acabe en la pancita y quedo en posición fetal semi tapada con las sabanas mientras me limpie y retire después de saludar a su tía pagando el «contrato». Después de un par de meses me conecte por llamado de su nueva «mama» e intrigado fui al café donde nos encontrábamos. «quiere verte» la mire con curiosidad y ella agrego «fuiste su primer hombre y la trataste bien; dale no la desprecies» Volvimos a encontrarnos y pese a su decisión de verme aun seguía tímida. La acaricie y busque su boca que encontré mas generosa que antes hasta llegar a besos de lengua que nos ahogaban, seguía flaquita y dulce, cogimos con pasión y mas sueltos, ella arqueo su cuerpo ofreciéndome la vagina para que la lamiera y cuando le pregunte quien le enseño a hacer eso me contesto que se le ocurrió en las pajas que se hacia pensando en mi. Chupe con devoción las tetitas y de a poco le fui abriendo la cola. Empezamos a tener varios y repetidos encuentros hasta que en una oportunidad me detuve a mirarla mientras se vestía; estaba realmente muy buena, sus tetas tenían un tamaño ideal; sensuales y de un tamaño que permitía libarlas con dulce placer, la cola había crecido en una forma increíble en tamaño redondez y dureza. Cualquier hombre soñaba con ese cuerpo, en el living le toque el culo a su tia y esta me reto diciendo que si quería que ella la odiara dado el metejon que tenia conmigo.Venia para mi amante el cumpleaños que mas celebra una mujer y le pregunte que quería: que amanezcamos juntos dijo sin pudor alguno- como marido y mujer agrego suplicando. Tenia una casa standar en un barrio bajo super tranquilo y las mude ahí sacándolas de la villa haciendo un testamento para ambas sin que lo supieran. Ese día lleve sandwich tortas y bebida para los tres mas un montón de ropa para ambas de las cuales ella eligió para andar en la casa una bata roja de seda corta la cual uso sin nada en su parte superior y yo me servia a gusto de sus pechos en cualquier momento. a la madrugada nos fuimos a dormir y nos amamos como locos; hizo arcadas cuando me chupo el culo y me tomo el semen por primera vez. Rato después me levante a orinar y al volver cuando levante las sabanas vi con otros ojos su fabuloso cuerpo, era menor a mis nietas y tenia mas lomo que hijas y nueras y era mía….mía. Me acosté y tomándola del hombro la gire para dormirnos abrazados, estaba calentita dura y sus sabrosas tetitas quedaron contra mi pecho y mi mano se poso en su cola. Cuando cerré los ojos escuche su vocecita suplicando que la cogiera de nuevo; no hay mejor potenciador que la calentura en si y como pude imprudentemente le acabe adentro durmiéndonos después.

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