EL MAESTRO DE PROGRAMACION II

Enseñando a compartir.

Después de nuestra primera vez en el cine con mi Senia, que recuerdo esa mamada como una de las mejores de mi vida, trataba de hacerle el amor en cada lugar y en cada momento posible que tuviéramos, pensando en sus bragitas cada día más húmedas y sus vellos cada día más mojados al sentir mis caricias… A los días entró una nueva alumna al Instituto, de nombre Carolina, pelo largo con unos espectaculares pechos paraditos y grandes aunque sus pompies no eran espectaculares como las de mi Senia, empezó a ganarse la confianza de todos y tenía una gran capacidad para entender y comprender la computación… Cuando un día en el laboratorio de Electrónica, la encontré sola ese día, yo no tenía clase con ellos y ella no había entrado a su clase. Me acerqué y le pregunté que pasaba, ella con una sonrisa triste en su cara me respondió «Estoy enamorada de un amor imposible, que nunca tendré», sus palabras fueron como un llanto que sale del corazón… Cuando yo le dije «En el amor no hay nada imposible» y mis ojos se cruzaron con los de Carolina cuando de repente sus labios se acercaron a los mios y nos besamos en un beso inmenso, sintiendo mis labios con los suyos, mis manos bajaron a sus pechos y sentí como sus pezones iban agarrando un tamaño y belleza, sentía como los detenía con mis dedos mientras sus manos bajaron y me acariaciaban encima de mi pantalón subiendo y bajando despacio con un movimiento sensual que me llamaba mucho la atención ya que su inmadurez sexual (la cual yo pensaba, no era tal) cuando mi mano izquierda bajó a su pierna y empezó a subirle su falda, hasta sentir como su bragita estaba húmeda, empecé a rozarla de arriba hacia abajo, despacio aumentando la velocidad, sintiendo como su sexo producía sus liquidos y sus palpitaciones aumentaban cada vez más y más… Mis dedos corrieron su braguita hacia el lado derecho y mi mano tomó todo su sexo y lo rozó… De su boca salió un suspiro de satisfación y sus piernas se abrieron, al punto de ver todo su vello y su sexo… Mis dedos empezaban a entrar y un suspiro llegó a mi oído y me dijo «Mi amor, mi profe soy virgen hágamelo… Please, hágame sentir una mujer completa…» Mi sensación fue única, pero decidí esperar el momento para comerme aquella princesa del deseo, compañera de mi Senia y logré hacerla terminar con mis besos en sus pechos mamándoselos y rozando su sexo con mi mano producendo en ella un grito en el silencio, mi mano estaba empapada de su sexo y mi pantalón húmedo, diciéndole «La quiero ver hoy a las 2:00 pm sexy para mí, le enseñaré otra lección mi amor» «Si, mi amor» fue su respuesta. Cuando los alumnos de electrónica entraban a su nueva clase… LLego las 1:30 de la tarde, apareció mi Senia con una mini negra con una miniseta sin sostén que hacía ver sus pechos que me encantaban tanto y abajo de su mini falda una bragita negra de un solo hilo atrás, que hizo que mi pene se parara como nunca… Unos instantes después aparecio Carolina con una falda amplia blanca y una camisa de hombre que hacía resaltar sus esbeltos pechos que hicieron poner a mi pene con la máxima excitación posible… Sin perder tiempo le dije a Senia «Vamos a mi oficina, pero dame un minuto, tengo que decirle algo a Carolina» «Okey amor, te esperaré con ansias». Llegando ante Carolina le dije «Espérame arriba, en 10 minutos estoy con usted». Sin perder tiempo me fui donde Senia que la tenía en la mente de desnudarla y cogerla como siempre lo hacía… Entrando en mi oficina cerré y bese a Senia con una fuerza que hizo que sintiera mi deseo, pasión y excitación, mis manos se fueron a sus pompis haciendo una presión que hizo que la sentara al escritorio, abriendo sus piernas, cerrándolas contra mis pompies… Cada embestida hacía que sus piernas hicieran más presión, mi boca ya había empezado a besar sus pechos. Llegando al punto de que sus gritos demás y más eran más fuertes. Llegando al orgasmo se separó de mí bruscamente, me recostó contra la pared y mis flojos que iban a salir en ese instante se estrellaron contra su boca y ella empezaba a succionar como la más experta de las mujeres en el arte de mamar y observé como una de sus manos se acariciaba su ano y uno sus dedos entraba y salía. Pensando «Así se lo haré la próxima vez», había descubierto una de sus formas de acariciarse, de excitarse, de masturbarse y que cosa mejor hacérselo anal con mi miembro que la hacía sentir de frente… Ya veremos como será por detrás… En ese momento mis pensamientos se fueron porque todo mi líquido salió y se regó por su boca y su cara desplegando un grito de satisfacción máxima, pidiéndole «Déjame mamarte tu sexo» diciendo ella «No, no …me muero, me muero». Recordé en ese momento que tenía otra chica nueva, húmeda, en el segundo piso, diciéndole «Okey amor, quédate aquí, me iré a limpiar al baño de arriba». Subiendo rápidamente por las escaleras encontré a Carolina con una sonrisa en sus labios… Los cuales besé al momento y mis manos empezaron a tocar sus pechos y rozar su cuello con mi lengua, cuando susurré una pregunta al oído «Alguna vez alguien se ha Bajado a besarte» contestándome «No, No nadie » no pude esperar y mi manos abrieron su falda y mi boca empezó a besar su bragita de color amarilo de arriba hacia abajo despacio… Para luego correrla y sentir sus vellos en mi boca, haciéndola perderse de la realidad, mis manos en sus pechos sobándolos, rozándolos, acarciando sus pezones y mi lengua haciendo su trabajo en su sexo, hice que sus gritos de placer fueran más y más fuertes, sus piernas se abrieron más y mi boca empezó a sentir sus líquidos húmedos y cada vez más y más en mi boca, cuando un grito de placer alcanzando elclimax salió de su boca y mi satisfacción se había cumplido… Diciéndole «Arréglese y baje en unos minutos» Bajé rápido donde estaba mi Senia… Preguntándose ella porque me había tardado dándole la respuesta típica «Me esta poniendo presentable para usted mi amor» sonriéndome y escapándonos juntos del Instituto… Rumbo a la casa no dejaba de pensar en Senia… Pensar en el dia que se lo haría anal y en Carolina … Pensando en el día que la haría mi mujer… Mi nueva conquista…

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