Galanura otoñal

Fue una atraccion mutua… a primera vista… solo que habia 33 años de diferencia en edades… sin embargo, fue algo dulce, romantico, seductor…

¡Que recuerdos! Tenia yo 23 años, era fornido mas sin barriga… ancho de espaldas, velludo, bien dotado, bigoton desde entonces, me sentia atractivo, a fuerza de escucharlo decir por muchachas, compañeras de estudio y algunas noviecitas ocasionales, sin embargo, ellas no me atraian.

Yo me he definido desde siempre como gay, sin andar por ello exhibiendo el «numerito», siempre he tenido una conducta varonil, no hay asomo en mi personalidad que indique lo contrario a lo que debe ser un hombre seguro de si mismo.

Mi papel sexual era cien por ciento activo, sin embargo, disfrutaba tremendamente el 69, creo que desde entonces es mi numero favorito.

Bien, por aquel entonces, en Monterrey el paraiso gay eran los Baños del Norte, situados en la parte alta de un centro comercial de clase media baja….. era algo increible: pasillos con vestidores a uno y otro lados, bar, sala de descanso, sala de duchas colectivas, cuarto oscuro, cuartos de vapor ruso, turco, sauna, en fin, algo maravilloso.

Yo era asiduo de los Baños del Norte y generalmente encontraba quien calmara mis ansias amatorias, pero este relato lo dedico a el, al Sr. Alfonso…. un hombre arriba de los cincuenta….

Alfonso era el prototipo del hombre de negocios, pulcro, atractivo, cabello cano, cuerpo de deportista, muy cultivado a pesar de la edad, velludo entrecano, un bigote que provocaba a un beso profundo, unas nalgas apetecibles, un…. un….. Este hombre me llamo la atencion desde que lo conoci.

Se dio la oportunidad de compartir una copa, el invito…. me pregunto si ya iba de salida, mi respuesta fue afirmativa, era sabado, eran las diez de la mañana, yo habia llegado a las siete… habia visto muchos prospectos, mucha provocacion, mi calentura era mucha, pero la vista de este señor me hizo centrar mi atencion en el solamente.

Entonces, Alfonso me dijo que el ya se retiraba, pero que si deseaba seguir platicando en privado, con gusto me llevaria en su coche.

Yo acepte, salimos, abordamos un auto del año….. prefiero no mencionarlo, todo confort y vanguardia. Me llamaba «chiquito» y me invito el almuerzo en un lugar de muy buena marca. En un momento dado se retiro al telefono…. tardo algo, pero cuando regreso me dijo que disponia del resto del dia, que si yo no tenia ningun compromiso ni debia avisar a nadie, me invitaba a Saltillo, una ciudad capital vecina a Monterrey.

Yo era «chino libre», me gusto la invitacion, le hice saber que no contaba con recursos para gastos y entonces me dijo que yo era su invitado y que mi boca era la medida, que el pasaba por cualquier imprevisto.

Al llegar a Saltillo, enfilo hacia el hotel de moda, el «Camino Real» elegantisimo y situado en la carretera nacional a las faldas de la Sierra de Arteaga… un lugar al que no habia yo pensado en acudir, al menos en aquella epoca.

Entramos, se registro, fuimos al bar…. me dijo que deseaba estar en la intimidad conmigo, pero que le gustaria nadar un rato. Le indique que no llevaba bañador y me contesto que ese no era problema….. fuimos a la boutique del hotel, me dejo elegir mi traje de baño, lo pago, fuimos a la habitacion, nos cambiamos por separado, terminamos la copa que nos habian subido y bajamos al area de la piscina.

Yo me sentia un poco cortado por la falta de costumbre, habian muchas personas de diferentes edades pero todas, al menos por su actitud y confianza habituadas al «gran mundo».

Pasamos alli dos horas, Alfonso era un experto nadador, lo imitaron varios hombres de su edad y mas jovenes en el ejercicio de clavados del trampolin desde varias alturas. Yo estuve siempre pegado a la orilla, no se nadar pero si se tomar y entonces, la pase de lo mejor.

Salimos de la piscina, ordeno bebidas a la habitacion y botanas. Subimos, nos duchamos por separado, el primero. Me indico que saliendo de la ducha le alcanzara en la cama.

Mientras me bañaba, sobe mis atributos, mi verga estaba lista para penetrar al que se me pusiera enfrente, mi juventud me daba una energia tremenda y ya eran muchas horas de contener mi carga seminal.

Al llegar a la habitacion, observo a Alfonso tendido de espaldas en la amplia cama: ¡Que barbaro!… digno de un lienzo….. un cuerpo formidable y algo que no habia percibido: una tremenda tranca, cuando menos 20 cm. de verga gruesa, sin circuncidar; jugaba retrayendo el prepucio y dejando al descubierto una hermosa cabeza, un glande que pedia ser succionado.

Mi emocion llego al maximo, tire la toalla con la que me cubria y me iba a colocar a su lado cuando me llamo, tomo mi verga ya durisima, de manera muy cariñosa subio y bajo mi prepucio y deposito un tierno beso en la punta……. con una mano levanto mi verga y con su lengua lamio delicadamente mis huevos y con la otra acariciaba mis nalgas, hurgaba entre la raja y muy sutilmente jugaba la yema de sus dedos en la entrada de mi culo……. yo estaba al maximo de excitacion.

El me decia «Chiquito, tranquilito, tranquilito, ven recuestate a la inversa de mi, vamos a degustar al mismo tiempo estos ricos caramelos».

Fue una 69 fabuloso, sin llegar al orgasmo….. nos lamimos, nos chupamos, nos lengüeteamos huevos y anos….. yo jamas habia vivido una experiencia similar, si bien habia vivido algo parecido, pero nada que ver con la experiencia, la delicadeza y la galanura de Alfonso.

Le aclare que yo no era pasivo, es decir, que nadie me habia penetrado…. que estaba listo para regalarle el calor de mi verga y me dijo que eso era lo que estaba esperando. Tomo un pomo de jalea lubricante, unto generosamente la cabezota de mi verga, se lubrico el culo y levanto sus piernas….. Increible….. su culo era un orificio cerrado, como si fuese la primera vez que recibia una tranca en su interior. Me pidio mucho cuidado y delicadeza, me dijo que no lo hacia desde que era soltero, pero ya tenia 35 años de casado, era padre de 8 hijos y abuelo de 21 nietos, que siempre habia querido disfrutar su bisexualidad como pasivo, pero que no habia encontrado alguien que le llenara de tal modo que le hiciera llegar a ese momento……

Me senti halagado, con deseos de cumplir su fantasia de la mejor manera. Le propine una cogida que todavia al regreso me comentaba que habia sido una delicia.

Ya de regreso, en el auto, se detuvo en un paradero, abrio mi bragueta y me propino una rica mamada, trago los chorros de espeso y caliente semen que le solte en la boca y seguimos el viaje.

Encendio la radio, se escuchaba el programa «La hora azul» con Agustin Lara, empezo a cantar «Piensa en mi» con una voz de baritono muy cultivada; me dijo que era su predilecta, que siempre que la escuchara le recordara.

No le he vuelto a ver…. no se si viva aun, pero hoy al mediodia escuche la cancion «Piensa en mi» y este recuerdo lo he querido compartir con ustedes.

Su poesia favorita tiene un fragmento que dice: «Tan hecho estoy a perder lo que no puedo ganar, que no me atrevo a tocar lo que no he de poseer».

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