Hermanos y amantes

Probe las mieles del sexo gracias a mis hermanos, los que sin saberlo, me adentraron en un mundo de fantasias y placer que nunca hubieran imaginado.

Existen dos cosas en el mundo que me apasionan: la primera es patinar. Desde pequeña me llamo la atencion, en especial el patinaje sobre hielo, de manera que nunca faltaron un par de patines en mi alcoba, primero con ruedas y despues, cuando hubo una pista de hielo en la ciudad donde vivo, con afiladas navajas. La segunda es el sexo. Actualmente tengo veinte años y disfruto al cien por ciento mi sexualidad, creo que soy una gran adicta. Quiero contarles mi historia y espero que les agrade, o mejor aun, les excite como me han puesto a mil a mi, cada uno de los relatos que he leido de ustedes.

Mi nombre es Nadia. Vivo con mi madre, la cual ha hecho un esfuerzo extraordinario por sacarnos adelante, ya que mi padre nos dejo hace ya bastantes años, como para poder recordarlo, y mis hemanos, Carolina de veinticuatro años y Julio de veintiseis.

Carolina, es enfermera. Es muy bonita, su piel es blanca y el pelo castaño oscuro, ademas, tiene los ojos azules mas bonitos que haya visto en alguna persona; de verdad es una hembra deliciosa, que causa que la deseen mas de tres pacientes y dctores en el hospital donde trabaja. Por su parte, Julio da clases de fotografia en la universidad donde estudio, y no pierde la oportunidad de tirarse a alguna que otra alumna de vez en cuando.

Mi historia comienza cuando tenia quince años. Como les decia, me encanta patinar, y por aquellos tiempos, acababa de ingresar a un curso de patinaje sobre hielo en una pista nueva que abrio en mi ciudad. La verdad, estaba cumpliendo un sueño de adolescente y me sentia muy bien con lo que pasaba en mi vida. Habia terminado la escuela secundaria y me preparaba para enfrentarme a la preparatoria, asi que mi pasatiempo eran los patines y aquellas vacaciones abarcaban toda mi mente y mi tiempo. Mis hermanos por su parte, con un poco mas de madurez, se divertian de otras formas; por ejemplo, mi hermano Julio, no dejaba los videojuegos y estos mezclados con las labores escolares, lo encerraban en su cuarto sin salir mas que para comer o al baño, mi madre decia que era tipico de la edad, pero la verdad, a mi no me importaba lo que hiciera. Mientras tanto, Carolina, recien habia entrado a la escuela de enfermeras y se convirtio en un habito verla de blanco a todas horas y en todo lugar.

Cierto dia, regrese de la pista un poco cansada, me habia llevado a casa la mama de una amiga del curso, ya que mi madre me habia dicho que iba a salir de casa y no regresaria hasta la noche. Por su parte, mis hermanos deberian estar cada uno en sus actividades, de manera que pense estaria sola en casa hasta muy tarde. Subi confiadamente la escalera, rumbo a mi cuarto, pero al entrar al pasillo, me dieron ganas de ver alguna pelicula de mi hermano. Deje mis cosas en mi habitacion, y busque en su recamara alguna cinta que me llamara la atencion.

Si estaba buscando una cinta que me llamara la atencion, la encontre. Casi en medio de una pila de cassettes de video, encontre uno que estaba marcado como: �Carolina + Julio�. No supe de que trataba y decidi verlo. Supuse en un principio que era un video familiar, pero, los recordaba todos, no era posible que nunca hubiera visto este. Una vez en mi cuarto, puse la cinta en la video y me tumbe en la cama aun con el set de patinaje, esto es, las medias, las bragas y el corto vestidito de algodon azul pastel con el que habia entrenado. El video comenzo.

Lo primero que aparecio en escena fue la habitacion de Caro. Ahi, sentado en los pies de la cama estaba Julio esperando algo. De pronto, Carola entro enfundada en su uniforme de enfermera y se acerco a el. Cuando pude ver lo que ocurrio despues, se me helo la sangre. No pude mas que llevarme la mano a la boca para contener la impresion que me causo ver a mis hermanos besandose dentro del cuarto. No podia creer que estuvieran haciendo eso entre ellos. Sin poder pensar, me acerque un poco mas al televisor y deje seguir el espectaculo.

Ahora, ambos se habian puesto de pie, Carolina, se veia muy linda, me di cuenta que estaba arreglada como para una fiesta, solo que vestia su uniforme, mientras que Julio en cuestion de segundos se habia quitado la playera y quedo desnudo del torso. Valla que disfrutaban los besos, poco a poco pude ver como sus lenguas jugueteaban mutuamente, mientras pequeñas gotas de saliva escurrian por las bocas de ambos. Toda la accion era acompañada por un baile de caricias que encendia el calor al su alrrededor. Las manos de mi hermano, poco a poco levantavan la falda blanca de Carolina y astutamente se infiltraban hasta su conejito dandole un fabuloso masaje.

Lentamente, se fueron acercando a la cama hasta que se sentaron a la orilla; no dejaban de mirarse, cualquiera que no los conociera, y los hubiera visto asi en la calle hubiera pensado que estaban enamorados uno del otro. Las miradas no duraron mucho, no tardaron mucho en volverse a enfrascar en un desenfrenado beso frances.

Yo estaba petrificada, era la primera vez que veia besarse a alguien de esa forma, peor aun, en mi interior intui lo que estaba apunto de pasar, y eso me puso mas nerviosa. Otra vez, me acerque todavia mas al televisor absorta en el espectaculo, sin hacer ningun ruido, conociendo lo prohibido del video segui mirando.

Julio y Carolina, estaban sentados en la orilla de la cama todavia, pero ahora no solo eran besos, sino que las manos de mi hermanito avidas de deseo, ahora retiraban la blusa y el sosten de mi hermana tan candentemente que, a ese paso, no tardaria mucho en desnudarla por completo. Al intentar quitarle el sosten encontro un poco de problemas, ya que quiso hacerlo sin dejar de besarla, pero ante lo chusco del momento, Carolina dejo de lamer sus labios y con una sonrisa hermosa se quito ella misma la prenda. En el momento en que se separo de su piel, las tetas de mi hermana dieron un brinquito y se acomodaron firmemente para ser agobiadas inmediatamente por las manos y la lengua de Julio.

No podia creerlo, mis hermanos se estaban follando. Pasaron muchas cosas por mi cabeza, quise detener el videocassette, pero me detuvo el hecho de que me gustaba lo que veia, la verdad, no sabia que hacer, estaba tan nerviosa, que no me di cuenta cuando aquel panico se convirtio en excitacion.

La temperatura no terminaba de subir, casi en un abrir y cerrar de ojos, las tetas de Carola, estaban empapadas de saliva. Ella parecia disfrutar tremendamente cada lengüetazo en los pezones, los cuales, estaban tan duros y paraditos que despuntaban aun mas con los apretones de las manos de su amante. Al otro lado de la pantalla, el calor tambien aumento. Sin darme cuenta mi mano ya estaba acariciando mi entrepierna imitando lo que veia haer a Carolina, la cual restregaba sus manos por debajo de sus bragas aumentando la calentura de la escena, lentamente me acariciaba las piernas cubiertas por la rica textura de las medias. Ante tal situacion actuaba como una boba, ya que era la primera vez que me pasaba todo esto, asi que no sabia como reaccionar ni que hacer, solamente hacia lo que veia.

Tras una pequeñisisma distraccion puse mi atencion otra vez en la tele. Carolina estaba irreconocible, los gestos de su cara nunca los habia visto, eran los de una hembra super caliente desesperada por ser cogida por su hombre. Inclusive su respiracion era fuerte y en la actitud parecia conocer todos los deseos de Julio, cuando este termino de lamerle las tetas, ella se recosto en la cama dejando que su hombre, levantandole las piernas le despojara de las bragas que estaban chorreando de jugos. Despues, solo quedo con la falda arremangada a la cintura y unos ligueros blancos muy sexis al descubierto. En ese momento la incertidumbre me inundo. De un salto, Carola bajo de la cama y se arrodillo frente a mi hermano abriendo un poco la boca. Rapidamente, bajo el cierre de los jeans de Julio y dejo salir un miembro hermoso que broto como un capullo rojo y palpitante.

Sin pensarlo dos veces Caro lo tomo con la mano derecha y empezo a frotarlo de arriba a abajo suavemente. Me di cuenta que mientras hacia esto, no dejaba de mirarlo a los ojos, regalandole una preciosa sonrisa. Cuando vio que estaba bien duro y paradito, con la punta goteando fluido, se dispuso a devorarlo, pero justo en el viaje a su boca, mi hermano la detuvo con un beso y un lengüetazo en los labios, de esta forma, sin mas impedimento, se comio aquel dulce falo recogiendo con la lengua todo el liquido preseminal que salia. Carolina parecia conocer su trabajo, mi hermanita se deleitaba lamiendo una y otra vez todo lo largo del falo, de vez en cuando, escupia saliva generosamente aquel delicioso capullo para despues meterlo entero en su boca. Yo miraba la escena hipnotizada, creo que con la boca abierta.

Hasta ese momento, habia sido testigo del incesto de mis hermanos y la manera en se entregaban uno a otro. Habia sido una excelente idea haberse grabado en video lastima (para ellos) que no lo escondieron bien. Me excito mucho pensar en ambos, tirados en la cama, mirandose en el televisor con las caras cambiadas por el placer. Sin duda, Julio habia puesto la camara en un tripie y planeo todas las caracteristicas del video, ya que en cierto momento, la escena se corto para cambiar a una mas cerrada captando la carita de Caro comiendose a Julio.

Me encanto aquella escena, de lejos, apenas y podia tomar nota de cada lengüetada que daba, pero ahora, podia ver cada detalle. Mi hermana, ciertamente disfrutaba lo que hacia, la saliva escurria de su boca formando unos hermosos hilitos de jugo entre sus labios y la punta del falo erecto. Por mi parte, estaba tan excitada, que no podia mas que mantenerme sentada en la orilla de la cama, frotando mi conchita por encima de la ropa que me cubria. Cada segundo, cada escena que pasaba significaba un descubrimiento sobrecogedor para mi. Estaba caliente y deseosa de mas, en realidad, nunca en mi vida me habia sentido de esa manera.

Justo cuando comenzaba a disfrutar de mis deditos en la concha, escuche el estrepitoso sonido de la puerta de la casa cerrandose en el piso de abajo. El panico me invadio y rapidamente quite el cassette y corri a dejarlo en su lugar, como pude, sin hacer ruido corri a mi cuarto y me encerre esperando que mi travesura pasara inadvertida. Un instante despues, me di cuenta de que Julio habia llegado a casa.

En mi recamara, los minutos pasaron lentamente mientras pensaba en lo ocurrido tendida boca arriba en la cama frotandome el coño con los recuerdos del video; un sin numero de ideas y pensamientos, asaltaron mi mente, en fin, no podia pensar. En un instante, sin mas ni mas, me decidi. Corri al baño, me quite el traje de patinar, y quede en las bragas y en una playerita que alcance a ponerme. Como niña pequeña, di un salto y me puse de rodillas en la cama frente al espejo de la comoda. Me deshice de mis bragas y acerque suavemente mis dedos a mi vagina. ¡Oh sorpresa! Ya estaba humeda… muy humeda… Me acaricie con detenimiento, queria sentir cada milimetro de esa zona tan sensible y y hasta ahora misteriosa. Tuve curiosidad por saber como se veia, me sente y con mis piernas bien abiertas me acerque lo mas que pude al espejo frente a mi cama. Me gusto mucho lo que vi… mi linda conchita, colorada, brillante por la presencia de sus jugos, me excite muchisimo. Sobre todo pensando en lo que habia visto. Instintivamente, separe los labios con los dedos de una mano mientras con la otra busque mi excitado clitoris y lo comence a acariciar a la vez que puse mi mirada en la entrada de mi vagina.

Definitivamente, estaba en la gloria. Arquee un poco la espalda y empece a moverme disimuladamente mientras frotaba mi clitoris, a traves del espejo notaba como mi coñito estaba chorreando y yo no podia mas que frotar y frotar, asi, decidi meterme una mano debajo de mi camiseta, aparte el sujetador y empece a tocarme las tetas como Julio lo hizo con Carolina, a tirar de los pezones que estaban duros debido a mi gran excitacion, mi respiracion se estaba haciendo mas acelerada y sabia que tenia que controlarme, en cualquier momento podria entrar Julio y decubrirme, pero estaba bastante cachonda como para pensar en eso.

Poco a poco, comence sentir la desesperacion propia del preludio de un orgasmo, senti el coño me iba a estallar de placer, asi que sin pensarmelo mas me desnude por completo y meti la otra mano a mi conchita frotandome mas fuerte, mis dedos se deslizaban debido a la humedad que aumentaba cada vez mas.

Placenteramente, recorria toda la raja desde el clitoris hasta el culo, era delicioso, riquisimo, esto era increible, si hubiese estado sola hubiese jadeado, gritado, pero me tenia que controlar, todo esto mientras seguia recreando en mi mente a mis hemanos entregandose el uno al otro.

No podia mas, abri bien las piernas, y movi los dedos con mas fuerza y mas deprisa, todo esa situacion me daba placer y sobre todo morbo, mi espalda se arqueaba, mi coñito chorreaba mas y mas, queria gritar, mientras con la otra mano me sobaba las tetas, notaba que mi orgasmo se acercaba y que podia llegar en cualquier momento, seguia frotandome mas y mas deprisa, hasta que como un relampago, una sensacion inaudita recorrio todo mi cuerpo dejando salir de mi conejo un rio de flujos que se desbordaron por mis manos y mis piernas, esto era una maravilla. La corrida que habia tenido, mi primera corrida, habia merecido la pena. Tirada en la cama, exhausta, segui moviendo los dedos ya cada vez mas despacio hasta que las palpitaciones desaparecieron, necesitaba recuperarme, pero eso si, estaba dispuesta a volver a vivir otra vez la misma experiencia ya que me parecio maravillosa. Ademas, mi determinacion de pillar a mis hermanos y descubrir su mundo de sexo se convirtio en mi nueva obsesion.

Nunca pense lo que pasaria el dia que decidi revisar la recamara de Julio buscando evidencias. Estaba segura de que la casa era un desierto, de manera que no corria peligro alguno, comence por la pila de videos de donde habia sacado el primero. Uno por uno revise las etiquetas. Estuve tentada a ponerlos en la video, pero me agote con solo pensarlo. Sin duda alguna, yo sabria cuando encontrara algo que valiera la pena.

Nada. En aquel monton, encontre nada. Definitivamente, aquella pelicula era la unica evidencia de las relaciones de mis hermanos y para mi mala suerte, no la vi completa. Me conformaba con encontrar el mismo video del dia anterior, pero no lo hice. Pero no desisti de mi busqueda. Al revisar algunas cajas que estaban debajo de la cama, me tope con una en especial que contenia el similar perfecto de lo que estaba buscando. La caja era algo grande, y su carga consistia en una generosa cantidad de revistas pornograficas y peliculas que a diferencia de la primera estaban en sus cajas con sus portadas.

Saque con un poco de trabajo la cajota, y la lleve a mi cuarto, seguramente estaria mas comoda y seria catastrofico ser descubierta en el cuarto de mi hermano mientras revisaba sus cosas, que en mi recamara en donde no notaria, al menos al momento, la auscencia de sus pertenencias.

Cuando pude cerrar la puerta y encerrarme con llave en mi recamara, estaba un poco agitada por el esfuerzo, de manera, que volvi a abrir la puerta quitandole el cerrojo y fui en busca de un poco de agua fresca. Regrese y cerre sin tomar en cuenta que al aventar la puerta, esta quedo entreabierta.

Primero tome todas las revistas para revisarlas. Las primeras tenian imagenes de mujeres posando semidesnudas o completamente sin ropa, nada del otro mundo. Al principio me aburri un poco de solo ver ese tipo de fotos, aunque me excito la manera en que estaban vestida, pero esa es otra historia, pero conforme avance en la pila de revistas, descubri otras mucho mas fuertes que me encantaron.

El contenido de estas, era de sexo explicito, habia chicas siendo folladas, de todos los modos posibles, algunas devoraban las pijas de los tios que tenian frente a ellas y eso me recordaba a Carolina frente a Julio en su habitacion. El recuerdo mas claro que tengo de aquellas revistas es cuando encontre las imagenes de una rubia vestida de bailarina de ballet, al principio crei que eran solo imagenes de desnudos, pero me dio gusto darme cuenta en las paginas siguientes, que la graciosa bailarina, era una verdadera zorrita golosa. Las escenas me encantaron, en ellas, la chica se masturbaba deliciosamente por sobre los mayones, dejando empapadas las bragas para despues ser fornicada por un hombre precioso.

Hubo un momento en que me imagine a mi misma haciendolo de la misma forma que la chica de las fotos. Me vi vestida con un traje de patinar blanco, medias y una braga humeda por la excitacion que me provocaban mis deditos. No lo pense dos veces, deje la revista a un lado y fui a buscar algo de ropa apropiada para realizar mi fantasia. Cuando termine de cambiarme, quede con unos mayones blancos de licra y un vestidito blanco de una pieza con cierre a un costado. Recoji mi cabello y me mire al espejo. Me gusto. Comence a ponerme nerviosa, pensando en lo que haria, camine a la cama y de un salto subi al colchon tomando nuevamente la revista con una mano, mientras que con la otra, frote mi tremula conchita ansiosa de placer.

Inicie suavemente el toqueteo, poco a poco, mis dedos recorrian mi raja por encima de las medias provocando la salida de pequeñas gotas de jugo que con dificultad podia recoger. Mientras tanto, mi mente estaba en la chica. Las imagenes se amontonaban en mi cabeza y el placer que subia de tono, me inundaba. El ritmo de mis dedos aumento y tuve que dejar la revista frente a mi para poder desocupar una de mis manos para ponerla accion. De esta manera, tambien empece a frotarme las tetas por encima del vestido. Era delicioso.

Abri un poco las piernas y puse mi mano derecha sobre la vagina acariciandola. Pronto, estuve tan caliente que ya no soporte hacerlo sobre la ropa, asi que cerre las piernas un poco y baje las pantimedas tanto como me fue posible para que no me estorbara en mi labor. Las abri de nuevo y continue. Pronto mi dedo medio se fue hundiendo dentro de la vagina y los gemidos ahogados que el placer me provocaba no cesaban. La humedad ya era bastante. La sensacion de frotar mi conejito desnudo, era aun mejor. Empece a respirar profundo. Lo unico que deseaba era que eso jamas acabara, pues me sentia muy bien, tenia placer a cantidad. Me recoste sobre los cojines. No puedo describir lo que senti cuando ese primer dedo se introdujo por completo en mi puchita. Una vez que lo senti no pude dejar de desear que estuviera ahi todo el tiempo. A partir de ese dia confirme que el sexo era lo mejor del mundo y las nuevas cosas que iba descubriendo me fascinaban.

Me masturbe todos los dias en adelante. Lo hacia a todas horas, en cualquier lugar en que podia hacerlo. En la escuela, lo hacia durante las clases; me ponia el sueter del uniforme sobre las piernas, y asi podia levantar mi falda para frotarme la conchita. Al sentir el orgasmo cerca, me levantaba al baño de chicas y me excitaba hasta el final, de hecho, algunas veces revisaba que estuviera completamente sola para poder gemir algo fuerte y disfrutar del orgasmo. En fin, aquella caja que habia encontrado bajo la cama de mi hermano, me habia proporcionado hasta ese momento las imagenes necesarias para masturbarme, pero habia llegado el momento de cambiar la diversion por otra mas seductora, aunque yo no supiera lo que estaba apunto de ocurrir.

Si quieren conocer la segunda parte de esta historia manden un mail con sus comentarios a la siguiente direccion: nadia_k223@hotmail.com

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