Soy una chica de tez blanca y para ser sincera soy muy simpática, tengo diecisiete años y la culpa de que yo relate esta historia es de mi cuñado.
Mi hermana de 24 años se casó con una ricura de hombre de su misma edad, el mismo que se quedó viviendo por casi cuatro años a mis trece años el ya me gustaba mucho y siempre me sentaba en sus piernas y podía sentir su polla haciendo presión en mis nalgas y a esa edad me mojaba y se me calentaba mi conchita, pasó cuatro años y mi cuñado salió de nuestro hogar y se fue a vivir a otro lugar fuera de nuestra ciudad, salí de vacaciones de mi colegio y mis padres me preguntaron que a donde deseaba pasar mis vacaciones y sin tapujos dije “donde mi ñaña” y la lujuria era tan grande que solo de pensar lo que podía suceder mojé mis pantys.
Una semana después de salir de mi colegio, viajé donde mi hermana, donde me recibió de una manera grandiosa y donde mi cuñado me dio un beso casi en la boca y me mojó mucho los labios, pasaron dos día y eran las once de la noche y llegué a escuchar unos gemidos que venían del cuarto de mi hermana y creo que como cosa del destino no habían cerrado bien la puerta del cuarto y me quedé anonadada de ver aquel mástil divino de mi cuñado que entraba y salía del túnel vaginal de mi hermanita, una polla de 22cm de largo como por 11/4 de ancho y brillaba de una manera que me quedé hipnotizada de ver cual hermoso miembro que la naturaleza le había dado a mi cuñadito, cuando vi que ya habían acabado aunque hasta ese entonces no sabía cuando se acababa, me retiré de allí quedando inquieta de ver tanta ricura sexual, esa noche no dormí y si lo hice fue pensando en ese momento que había vivido.
Al día siguiente mi hermana se fue a una reunión de amigas donde se demoraría casi todo el día.
Mi cuñado ese día llegó mas temprano de lo acostumbrado, y valla que me encanto que lo aya hecho, después de comer se fue al cuarto donde se quedó dormido (aparentemente), yo como buscando la oportunidad, entré a su cuarto según yo a hacerle bromas y donde por accidente me pegué con el respaldar de la cama y del dolor no pude contenerme y caí sobre su lecho y mis senos quedaron sobre su cara y mi cuñado sin disimular me dio un mordisco que perdí los estribos y lo besé en la boca, el me cogió de la cintura y me puso a horcajadas sobre él y me dijo que me iba acordar de él por siempre, me besó desde el cuello hasta los dedos de los pies, pero donde mas le agradó besarme fue en mi virgen flor sexual, donde me deleitó con su lengua y donde por primera ves sentía una sensación de verdad exquisita, él me pidió que le pagara de la misma forma en donde torpemente le mordisqueaba el precioso glande, después de largo rato de estar así el me pidió que me pusiera boca a bajo pero acostada, abrió mis piernas y se fue acomodando poco a poco hasta que su polla quedó justo en medio de mis labios vaginales, el me dijo que me iba a doler un poco pero que después gozaría, fue así que su polla empezó abriéndose camino, desgarrando mi carne y causando un dolor inaguantable, donde le pedí de favor que me sacara su herramienta pero no haciendo caso y mas bien de capricho lo hizo aún mas fuerte donde las lagrimas se me salían, hasta que por fin entró por completo y comenzó a embestirme con osadía y lujuria que me vine con un fuerte orgasmo mezclado de fluidos y sangre, después comencé a disfrutar de ese banquete sexual que mi cuñado me estaba dando por mi conchita sin experiencia, luego de un gran momento mi cuñado empezó a retorcerse como lo había visto con mi hermana y después se sacó su polla y me la metió de un solo zarpazo por mi culito donde me desgarró completamente y sin darme oportunidad a escaparme me lleno mi orificio mas pequeño con su majestuosa polla donde después de varias embestidas se corrió como rio dentro de mí que su leche caliente se derramó fuera de mi culo y me baño con ella por completo.
Esa experiencia nunca olvidaré.