Mis hermanos abusan de mi a su antojo

Hola tengo 21 años y tengo dos hermanos menores de 17 y 18 años, los cuales por lo que a continuación sucedió me metieron en situaciones que después terminaron por gustarme.

Yo soy una muchacha con muy buen cuerpo y que gusta de una forma de vestir muy provocativa tanto para andar en casa como para andar por la calle, lo cual fue la razón por la que terminé metiéndome en líos, ya que solía vestir ropas muy sexis en presencia de mis dos hermanos, lo cual yo hacía sin ninguna mala intención debido a que eran mis hermanos y no me preocupaba que me vieran ligera de ropas, llegando en ocasiones a dejarme ver en ropa interior, pero por lo regular dentro de la casa visto con ropa cómoda y ligera ya que donde vivimos el calor es bastante fuerte, por lo que visto falditas cortas y de vuelo con tangas pequeñas, o pantalones de lickra tipo ciclista muy pequeños y de colores claros donde se llega a notar mi ropa interior muy fácilmente, así mis camisetas suelen ser delgadas y con la ausencia de sujetador ya que mis senos aunque son grandes son muy firmes, llegando a traslucir mis pezones. Nunca pensé que estas ropas despertaran el deseo de mis hermanos hacia mí, y el día que pude darme cuenta de esto llegaría mas pronto de lo que me imaginaba.

Como ya les conté, también para andar en la calle no me molestaba ir ligera de ropas y con ropas que evidenciaban mis calientes curvas y pequeña ropa interior, así que un día que me dirigía a un centro comercial abordé un autobús atiborrado de gente, en el cual era muy difícil avanzar dentro de él, por lo que quedé entre un gran numero de gente, donde su mayoría eran hombres, y por mi forma de vestir, que era una falda de algodón muy pequeña, por lo que de inmediato comencé a sentir manos en mi trasero, en repetidas ocasiones volteé a ver quién era el atrevido pero por lo repleto del autobús no sabía quién me metía mano, por lo que para no montar escándalo decidí no prestar atención a los atrevidos avances, pero al ver mi pasividad el manoseador tomó más valor llegando a deslizar sus manos bajo mi falda, yo intenté retirarme pero era del todo imposible, así que me resigné al manoseo del que era presa, pero algo extraño comenzó a sucederme, ya que los atrevidos manoseos comenzaron a ponerme nerviosa, llegando a no parecerme tan incómodos, ya a estas alturas el fulano se había extraído el pene y lo frotaba en la raja de mis nalgas ya que había levantado mi falda y su pene se friccionaba con mis nalgas desnudas ya que mi tanga era muy pequeña y quedaba entre los dos glúteos. En cierto momento sentí que de su miembro salía un liquido caliente y viscoso, por lo que avergonzada bajé de inmediato de el autobús, pero apenas había avanzado un pequeño tramo sentí que me tomaban por el brazo y yo sobresaltada volteé rápidamente, y dándome cuenta que se trataba de mis dos hermanos, con lo cual me sentí mas aliviada de verlos, pero que equivocada estaba, ya que el mayor Raimundo de inmediato me dijo:

– Acabamos de ver como ese tipo en el autobús te magreaba y tu tan contenta.

A lo que yo contesté.

– No estaba contenta, sólo que no quería montar un escándalo, además el tipo en realidad no se propasó tanto conmigo.

A lo que mi segundo Hermano Javier contestó.

– Eso ya lo veremos- Y metió su mano bajo mi falda y la extrajo mostrándome los rastros de semen que el tipo dejara en mis glúteos.

– Entonces ¿qué es esto?- Me dijo el muy guarro.

Ante esta situación ya no supe que decir, y de inmediato mis hermanos me sentenciaron con decirle de esto a mis padres, y yo por temor y por vergüenza de que mis padres se enteraran de esta situación les rogué que no les dijeran nada a nuestros padres, que a cambio yo haría todo lo que me pidieran. A lo que mis hermanos se quedaron pensativos un momento y después aceptaron mi propuesta, pero dijeron que después me dirían que cosas yo realizaría a cambio de su silencio y nos marchamos de el lugar rumbo a la casa.

Después yo me encontraba nerviosa pensando en que pensarían mis hermanos y sabría realmente como se cobraban el silencio.

Al otro día muy temprano me dijeron.

– Como te gusta que cualquier fulano te meta mano, te vamos a cumplir tus deseos, así que vístete con la ropa mas sexi que tengas que vamos a salir a dar un paseo. Yo me puse un pequeño conjunto enterizo de mallones blancos en el cual se notaba una tanga de color un poco mas oscura que mis hermanos me obligaron a poner para que se notara a través de el mallón y me jalaron el mallon de la parte del tiro para que se metiera en mis dos rajitas para que me viera aún mas excitante, y de inmediato nos fuimos al subterráneo donde me obligaron a entrar al vagón más lleno que pasó, quedando yo a merced de los calientes tipos que de inmediato me metieron mano a sus anchas ya que mis hermanos en lugar de enfadarse observaban divertidos como estos tipos manoseaban a su hermana, donde varias manos me tocaron el trasero y mi conchita llegando incluso a lastimarme, después me llevaron a un cine porno donde se acostumbra que las mujeres que quieren jaleo permanezcan paradas en un extremo oscuro del cine, donde varios hombres se arremolinan a su alrededor y le dan caricias mientras se observa la caliente película, por lo que al observar mis ropas y mis curvas de inmediato se arremolinaron varios hombres a mi alrededor, volviendo a meterme mano a su antojo, pero mis hermanos no contentos con lo que le hacían estos tipos a la zorra de su hermana, les dijeron a ciertos fulanos que yo quería más que una simple metida de mano, que si se iban a los baños ella los complacería de otra forma.

Por lo que mis hermanos me sacaron de entre la turba de hombres quienes no permitían que me sacaran de entre ellos, por lo que los jaloneos de los tipos en mi ropa llegaron a romperla a la altura de la costura del trasero quedando buena parte de mis nalgas de fuera, me llevaron a los baños donde fui poseída no solo por los extraños de el cine sino también por mis propios hermanos, quienes me dijeron que siempre habían fantaseado con poseerme de esa forma, que llegaban a hurtar mi ropa intima para masturbarse en ella y después de seca la regresaban a su lugar, disfrutando cuando notaban que yo me la ponía llena de su semen, y que en ocasiones cuando me quedaba dormida mirando la tele con ellos, me levantaban la ropa para observar mi cuerpo, tocar mis senos y mi culo, esto en lugar de enfadarme me puso muy cachonda, cuando por fin nos retiramos de el cine, me di cuenta que ese día lo había disfrutado bastante, que les dije a mis hermanos que de ahora en adelante lo realizaríamos todas las veces que ellos quisieran, que nunca más tendrían que obligarme, de regreso abordamos nuevamente el subte, donde mis hermanos me habían facilitado un sweter para tapar mi mallon roto, pero una vez adentro me lo quité, así los que me metían mano tocaban directamente mi trasero desnudo, mis hermanos miraban como me tocaban el culo de lo mas calientes, al bajar un tipo me tomó de la tanga y la tiro con tal fuerza que se quedó con ella en las manos, regresando yo a casa casi violada, con los mallones rotos y sin tanga, pronto les contaré otras cosas que los pondrán a 100, saludos. Irene.

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