Sirvienta sexoservidora violada

Todo empezó como un castigo… ahora soy rica

Hola, mi nombre es Ana, tengo 24 años y soy negociante… todo empezó cuando tenía 16 años, mi cuerpo siempre fue delgado y lampiño, razón por la cual me fastidiaban, por tener cara y cuerpo de nenita, eso me molestaba pero no tenía tendencia homosexual… al menos no aun…

Al fondo del barrio vivia Don joel… un viudo de unos 45 años, su mujer fue asesinada en un intento de robo, por lo que pasaba la mayor parte del tiempo en su enorme casa, no tenia familia, mucho menos hijos por esterilidad… un día jugando con mis amigos el balón se nos fue a su patio, lo cual no era bueno, ya que el viejo era muy cabrón, pero la regla era que «el que la mandaba, la buscaba»… asi que fui… al adentrarme a su patio vi asustado como unas cuantas macetas fueron destruidas y me di prisa para tomar el balon y borrarme pero una mano arrugada y peluda me agarró de la muñeca y empezó a regañarme por lo de las macetas mientras me golpeaba con su bastón hasta nockearme.

cuando desperté me encontraba en un cuarto apenas iluminado por una lampara, sin ventanas, atada por detras de mis manos… y vestida de sirvienta, de vestidito negro y todo, usaba medias blancas, zapatos de tacon y una tanga, no se de que color pero la sentia… y la peor (o mejor parte), el viejo estaba desnudo, estaba buen peludo y algo gordo… y su gran pija era muy grande, como de 22 cm

-que carajos me haces, viejo, pervertido-

-te voy a dar una lección, puta… una lección que de seguro te va a gustar-

se me acerca a mi, yo intento escapar pero fue en vano, el viejo me agarra de la cabeza y me pone su carne dentro de mi boca, empezandome a follarme, apenas y podia respirar, ese aroma a sudor en su entrepierna me enervaba, veia el rostro de placer del viejo al follar mi boca hasta que se corrio, no pude tragarme todo eso y escupi gran parte de su semen

-que bien la mamas, cabrona… ya sabias que eras putita-

-n… no… yo no soy gay-

-asi que esta es tu primera vez, ahh… mejor para mi-

Volvio a acercarse a mi, le supliqué que me soltara pero no me hizo caso, gritaba ayuda, no me importaba que me vieran asi, solo quería que me salvaran pero la ayuda ovbiamente nunca llegó, me puso boca abajo y me quita la tanga y siento como me da de lenguatazos en mi ano, me daba una sensación muy extraña, como que me gustaba, pero no quería que el lo supiera, asi estuvo un buen rato cuando se detuvo, no entendia por que hasta que sentia algo rosar mi ano… era su pija, le gritaba que no lo hiciera pero no me escuchó, empezó a meterla lentamente, el dolor era insorportable, empecé a llorar mientras me menetraba, Don joel vio eso y me carga pegandome a el mientras tocaba mis pezones

-no llores, nenita… no es para tanto-

-pero me duele-

-es cierto, pero ya veras que te va a gustar-

Mientras me seguia tocando los pezones y penetrandome, el dolor se hacia menos y el placer iba ganando terreno al grado de que yo solo movía mis caderas y el se dio cuenta, asi que se soltó de mi dejandose caer boca arriba, yo no estaba satisfecha asi que me arrastré hasta llegar a el, me puse de frente mientras Don Joel me abria el dilatado agujero para seguirme penetrando, empezando a moverme por mi propia voluntad

-¿te gusta?

-ahh, si… mucho-

Mis gemidos salian sin control, Don Joel me abraza tocando mis nalgas mientras me besa, que rico se sentia ese beso, nuestras lenguas se tocaban dandome aun mas placer, luego se tira encima de mi sin dejarme de besar, penetrandome mas rapido hasta que se corre dentro de mi, Don joel se quedó encima de mi cansado

-¿aprendiste tu lección?

-mmm… creo que no-

-entonces tendras que venir a trabajar para mi despues de la escuela, ¿entendiste… Ana?

-Si… amo-

Desde ese momento, despues de la escuela iba a su casa, me vestia de sirvienta, hacia unos cuantos quehaceres y luego era tomado por mi amo, me pagaban a la semana y buen dinero, dinero que utilizaba desde cosas para mi habitación, articulos electronicos… y ropa interior femenina… al cumplir los 18 me entristeció dejar a mi hombre para ir a la universidad pero el me dijo que tenía que irme por mi bien y me dio las gracias por los buenos momentos, yo le agradecir por el cambio favorable en mi vida y en ese momento no pudimos evitar hacer el amor nuevamente…

Hace tan solo 1 año, me avisaron de que habia muerto… y la mayor sorpresa fue cuando me dijeron que habia heredado su fortuna… vendí su casa pero me llevé muchas cosas de ahi… entre todo ello mi tesoro mas preciado, una foto de nosotros haciendo el amor y besandonos

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