La chica nueva

Hola, espero que les guste mi historia, a muy pocas personas se las he contado, pero cada vez que lo hago me siento tan exitado que decidí publicarla aquí y disfrutarla cuando quiera 😉

..todo empezó un día de primavera, yo pasaba frente a la casa de un amigo y al verme corrió para contarme que ya estaba habitada la casa de la que se había mudado la Familia Del Bosque hace unos meses. La noticia no me pareció nada especial, me preguntaba porque Jorge, mi amigo lucía tan entusiasmado, mi respuesta fue contestada cuando me dijo quién sería nuestra nueva vecina. Me dijo que se trataba de una linda chica de unos 17 años, me dijo que estaba REBUENA, que debía verla. Aún así no le día tanta importancia al aviso, pues nunca he sido una persona lujuriosa. Me fui a mi casa, por la tarde quize ir a la estética a hacerme un corte de cabello, pero seguía cerrada, al parecer la dueña no tenía tiempo de atender el lugar desúés del medio día y aún no hallaba quien se encargara de él. De regreso hacia mi casa, por mera curiosidad, rodeé un poco para pasar por la casa de mi nueva vecina, ahí estaba ella, arreglando la puerta del jardín, cómo tenía que estirarse, su figura se! apreciaba muy bien e inmediatamente llamó mi atención, yo me quedé pasmado al verla, era alta, apenas un poco más baja que yo, debía medir como 1.68m vestía un pantalón entallado, que contorneaba excelentemente sus pompis y unas curvas muy llamativas se asomaban por los costado de su espalda, su cintura hacía juego con el resto de su cuerpo y por estar alzada la pude ver descubierta, era perfecta, bien delineada y su piel se apreciaba suave. Perdí noción de tiempo, debí haber durado mucho tiempo admirándola, de pronto ella percibió mi precencia y volteó bruscamente, yo me extremecí un poco, pues era obvio que me la estaba comiendo con los ojos, mi primera reacción fue abandonar la visión de ese fantástico culo y mirarla a los ojos. tartamudeando logré decir:

Hola, me llamo Enrique, me habían contado de tí, cómo va todo.

Ella contestó con una hermosa voz, amable y dulcemente dijo:

Hola, Yo soy Jéssica, puedes decirme Jesy, pues verás, estoy arreglando algunos detalles de la casa, mi primo prometió venir a ayudarme, pero no me gusta depender de nadie. Vengo de Mazatlán y voy a estudiar aquí la facultad.

Era un encanto de mujer, de mi tipo, con deseos de superarse, luchista y muy amable, yo estaba sumergido en esas conclusiones cuando comenta…

«Estabas muy entretenido mirándome ¿eh?»

yo me sonrojé y aunque balbuceé un poco no atiné a decir nada, sólo sonreí…

No hubo intercambio de palabras en un rato, todavía nervioso me despedí y me marché, la última imágen que tuve de ella fue una sonrisa tierna, que me dejaba aún más sorprendido, quizás no era el mejor cuerpo que halla visto, pero estaba bastante bien, excelente diría yo, y además, esa personalidad y carisma que reflejaba me hacía pensar que no era una cualquiera, no era como las demás.

Pasaron los días y cada que tenía la oportunidad le saludaba y un par de veces me quedé a platicar un rato con ella, no era nada especial, pues varios amigos también lo hacían e incluso hubo quien la invitara a salir, pero ella se negaba, decía que tenía cosas que hacer. Un viernes, venía de la escuela y me topé a mi viajo amigo, que me dice muy emocionad:

mira mi nuevo corte

Que tiene de especial tu corte.- le dije

pues, me lo cortó Jesy respondió, ahora trabaja en la estética de la avenida.- respondió.

Ese mismo día no soporté las ganas de ir a verla trabajando, creo que me comenzaba a interesas esa chica, pero ´nunca la ví con malos ojos.

Al llegar a la estética me hice el ignorante y aparenté sorpresa al verla ahí, ella también se sorprendió al verme, yo diría que hasta le dio gusto, me dijo:

Hola Quebo! estaba por irme, la verdad debía haberme ido hace media hora, pero no hay problema, sirve que me acompañas cuando termine, ¿de acuerdo?

Yo tardé en contestar, estaba clavado en su apariencia, jamás pensé que ella tuviera esos gustos para el vestido, se veía guapísima y por cierto, muy provocativa, debo confesar que esta vez si me excité un poco, el corazón comenzó a latir más fuerte y mi cuerpo entero se llenó de adrenalina. Llevaba una falda a media pierma, muy ajustada, que dejaba apreciar claramente todo el contorno de sus pompis, sus caderas el incluso se apreciaba la abertura vaginal y el ano, la mitad se sus tetotas se escapaba del escote y el resto de su top marcaba su cintura y su marcado abdómen, sus piernas estabas de lujo, muslos bien torneados y chamorros resaltantes. Por fin reaccioné y dije:

Está bien, si no se te hace tarde?

Claro que no, no hay problema.- Dijo. No es la primera vez que me miras con tanta atención.- agregó

En esta ocasión no me quedé callado, aunque la respuesta fue involuntaria, quizás guiada por la exitación respondí:

P-pues, la verdad es que sí, yo también lo he notado, lo que sucede es que eres muy linda, y no puedo evitar dejarme impresionar…

Ella sonrió y olvidó el asunto, me invitó a tomar asiento, después de lo que había dicho ya estaba más avergonzado que excitado, estaba enrojeciendo cada vez más, ella lo notó y me dijo:

Vamos, no seas tímido, si te hace sentir mejor….

Tu también me gustas, eres un buen chico…

Me dijo esto mirándome a los ojos, mientras paseaba su mano por mi cuello y nuca y al final me dio un beso en la mejilla, luego se dio media vuelta y comenzó a preparar sus instrumentos. Yo clavé una insciciva mirada en su culo, ese ano que dejaba admirar su ajustada vestimenta me volvía loco, ya más tranquilo y emocionado por lo que me había dicho, comencé a exitarme de nuevo, pero no al grado de experimentar una erección.

Ella empezó, antes de esto, cerró las puertas y ventanas y anunció cerrada la estética, apagó las luces y dejó sólo una lámpara con la que apenas podía realizar los cortes con precisión, todo esto con el pretexto de que no llegaran más clientes, sin embargo, yo lo tomé como una insinuación, y al parecer no estaba muy lejos de la realidad…

Cada que tenía la oportunidad me acariciaba suavemente la cabeza e incluso el cuello, ella se hallaba a mis espaladas, pero yo la podía obsrevar por el espejo y notaba que cada que me acarciaba o hacía un movimiento insinuante, me miraba también para ver mi reacción, yo no hacía gesticulaciones ni nada, pero comencé a imaginar una serie de fantasías sexuales con ella involucrada.

La exitación se hizo mayor, y mi pene comenzó a despertar, a sentir esta reacción, volté para admirar su cuerpo de nuevo, esta ves con distintos ojos y no sólo atraído por su belleza, esta vez buscaba algo más y deseaba tocorlo, cosa que nunca me había sucedido con ninguna chica, aun y cuando llegaban a porponérmelo una que otra piruja.

Ella descubrió que nuevamente la estaba observando, al percatarme la miré a los ojos, sonreí maliciosamente y continué mi recorrido visual por su impecable figura, ella respondió a mi actitud con miradas y poses my sensuales que terminaron de hacer reacción en mi verga, que ya estaba larga y dura, y de no ser porque estaba sentado, no se notaba del todo, sabía que al pararme el bulto se notaría, pero no me importaba, e incluso esperaba ese momento…

Por fin ella terminó, a pesar de haber aparentado no poner mucha atención en su trabajo, lo había hecho muy bien.

Al ponerme de pie y postrarme frente a ella noté que sus pezones resaltaban de su blusa y ella estaba sudando, la exitación era evidente, y su mirada estaba fija en mi paquete, el cual yo no hice intentos de ocultar, yo permanecí con la mirada fija en sus bellos ojos, hasta que ella me correspondió igual. No dijimos nada, pues era evidente que ambos sabíamos lo que seguía…

La tomé del cuello y la jalé hacia mi para experimentar la sensación de besar esos carnosos labios, ella me abrazó por la cintura y se aferró a mi boca i gual que yo a la de ella, nos sumergimos en un largo y cachondo beso, el el cual pude notar que ella estaba aún más exitada que yo, pues tenía la lengua ardiendo, no tardé mucho para calentarme yo también, sentía que mi pecho empezaba a sudar, mi cuallo estaba caliente, y mi pene completamente a tono, listo para la Aciión!!!

Ella decendió hacia mi culo y comenzó a aprtetarme contra ella, mi pene se interponía entre nuestros vientres, ella lo difrutaba y yo estaba estallando de placer en cada apretón, no sabía si acariciar sus pompis o lanzarme sobre sus tetas, así que bajé mi mano izquierda hasta su cintura y de ahí comenzé a descnder más y más, pasaba por sus pompis, se las apretaba con ansia y luego me pasaba hasta su pierna, luego regresaba y así un largo rato, al tiempo que la otra mano la orqueté en uno de sus senos, que estaba durísimosy lobré sacarlo del top facilmente pues prácticamente ya lo estaba, acaricié su pezón, manoseé cada espacio de su seno, mientras no dejaba de besarla, ahora ya con la lengua tan caliente como ella o quizás más.

duramos un rato así, ella ya había desabrochado mi cinturón y el botón de mi pantalón, ya ya había intercambiado las manos y ella tenía los dos senos de fuera, de pronto abandoné sus labios, comencé a descender por el cuello y luego a besar sus tetas, las mamé como bebé hambriento en busca de leche, ella echaba la cabeza hacia atrás y curveaba su cintura, sus pechos resaltaban y además pude notar que su falda ya estaba húmeda, en ese momento me dieron ganas de follármela ¡YA!, pero cpomo todo había sido tan rápido dudé un poco y decidí esperar, la despojé completamente de su top y su sostén y la llevé hasta un sofá que tenía en el negocio, ella se recargó abrió sus piernas todo lo que le permitió su falda, abrió los brazos y me invitó a continuar…

la tomé por los lados de los senos, y la comenzé a besar, nuevamente recorrí todo su cuello y bajé hasta sus hermosos pezones, estaba tan ocupado que no me di cuenta cuando desabrochó por completo mis pantalones y me los bajó con todo y calzoncillos hasta las rodillas, cuando me parcaté me separé de ella, me despojé de toda mi ropa y me paré frente a ella sólo quedaba su falda y sus bragas entre mi pene y su coño, así que sin pensarlo le saqué la falda de un jalón, sus bragas eran pequeñas y finas, y estaban tan empapadas que se transparentaba su delicioso coñito, chorreando más y más, me puse enmedio de sus piernas, tomé unas tijeras que estaban a la mano, ella abrió sus piernas todo lo que pudo, ya libre de su falda, me arrodillé, hice a yn lado sus bragas y comencé a limpiarle la vagina, sus líquidos sabían a miel, duré un buen rato chupándole cada rincón de su raja. Cuando pasaba por su clítoris, sus gemidos aumentaban considerablemente, lo que me incitaba a quedarme un b! uen rato trabajándolo, de pronto se vino en mi cara, me atraganté con su abundante chorro de líquido, pero era delicioso y estaba caliente, no puedo asegurar que ese halla sido su primer orgasmo, pue la humedad de sus calzones la delataba, con las tijeras corté sus bragas y las pude quitar sin mayor dificultad, la tomé de sus nutridos chamorros y levanté sus piernas hasta mis hombros, me puse de pie y flexionando ligeramente las rodillas logré poner mi verga a la altuhra de su vagina, mi pene no es muy grande, apenas mide 17cm, pero tiene un grozor considerable, de casi 18cm, sin embargo, en esta ocasión me dio la impresión de que estaba aún más grande de lo normal y muchísimo más duro y firme, ideal para hacer gozar a mi Jesy, levanté ligeramente su cadera tirando de sus piernas y la atraje hacia mi, buscando el mejor ángulo para comenzar con la penetración, en contra de mis pronósticos, mi pene se deslizó con relativa facilidad hasta el tope, y Jesy dejó escapar un tremendo ! gemido, que bien se pudo haber oído a unos 20 ó 30 metros, pero no nos importó, saqué suavemente mi pene completito y repetí la operación, aumenté poco a poco el ritmo, pude soportar varis minutos follando, pero en cuanto sentí que me iba a correr diminuí el ritmo, no quería que acabara tan pronto. Aún me faltaba disfrutar ese maravilloso culito y no estaba seguro de poder continuar después del primer orgasmo…

Ahora mi lengua sustituyó a mi pene, este tomó un pequeño receso, subpi por su vientre acaricié su cintura y subí nuevamente hasta sus senos, ella no dejaba de gemir, su senos se ponían cada vez más duros y mientras los apretaba al tiempoque le besaba el cuello se vino de nuevo, parecía incansable, se excitaba a+un más después de cada orgasmo, yo me moría de ganas por volver a ofrecerle mi pene, que cada vez se ponía más duro, ya hasta me dolía, pero era más la calentura que el dolor, así que no me detuve, luego me ganó la tentación de hacer un sandwich de pene entre sus tremendos pechos, me puse de pié, los abrí un poquito, metí mi verga en medio y comencé a masajearla, yo me moría del placer, pero al parecer a ella no le excitaba tanto, así que opté por visitar su culo, nuevamente puse sus pierna sobre mis hombroe, pero esta vez la levanté aún más, para poder tener su culo a mi alcance, inmediatamente comencé, la primera penetración fue dificil, pues estaba muy pequeño para ! el grosor de mi pija, pero luego de unas semi-metidas logré meterlo por completo, adentro era un infierno, no podía soportar el calor que había dentro, por lo que lo sacaba para después volver a intentarlo, ella estaba empapada de sudor y yo no me quedaba atrás, al verla pude notar que estaba a punto de tener otro orgasmo, se veía que iba a ser genial, así que decidí alcanzarla, nuevamente flexioné mis rodillas para alcanzar su vagina, ya estaba chorreando, su orgasmo estaba cerca y estaba también a punto de correrme, así que comencé a penetrarla con fuerza, hasta el fondo, luego la sacaba todo y repetía, no llevaba ni un minuto cuando ella comenzó a correrse, con agudos gemidos llenos de placer, yo le seguí casi inmediatamente al sentir que mi eyaculación había empezado dejé adentro el pene, y me corrí dentro de ella, su vagina se contraía, lo que aumentaba mi placer, no pude evitar dejar escapar unos fuertes gemidos junto con ella, el orgasmo fue muy largo, después de un minuto saqué mi miembro de esu vagina y para mi sorpresa, todavía seguía chorreando, ella tampoco había dejado de chorrear, Yo estaba exausto las piernas no me respondían, me dejé caer hacia atrás, para descansar un poco, pero ella no me dio tiempo, se lazó sobre mi y comenzó a limpiar mi pene, yo le correspodí y formamos un espectacular 69, pude sentir que mi verga aun estaba erec! ta, así que la dejé de boca arriba y me senté en su vientre, puse mi miembro entre sus senos y comencé a frotarlo, yo sabía que eso no le resultaba tan placentero, pero estaba tan cansada que lo disfrutó de todas formas, al cabo de un rato me volvía a correr, esta vez muchísimo menos abundante que la anterior, pues mis huevos ya estaban secos, sin embargo, al percatarse de mi orgasmo, se incorporó con las últimas energías que le quedaban, empújandome hacia atrás y buscando mi verga, comenzó a lamerla bruscamente, succionando las últimas gotas de mi semen, yo desde la caída me había quedado tendido en el suelo, cuado ella acabó se acostó sobre mi pecho y nos quedamos así mucho tiepmo, hasta que reaccioné, recordé todo, y la hice a un lado, me levanté de un brinco y comencé a vestirme, ella también reaccionó, el lugas estaba hecho un asco, limpiamos lo mejor que pudimos, pues la dueña iría al día siguiente y salimos cuidando que nadie nos viera, la dejé en su casa, ya no había g! ente en la calle, era demasiado tarde, llegué a mi casa y para mi suerte mis padres aún no regresaban del juego de fut bol de mi hermano menor, así que tomé un buen baño y me acosté, quedé rendido, a la mañana sigueinte, tenía la verga roja, me retumbaba y estaba bien hinchada, PERO TODO VALIÓ LA PENA, INCLUSO TUVE MI CORTE GRATIS 😉

by QUEBÖ_

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