Estaba volviendo casa desde la canchita del barrio con el culo bien roto por 5 chicos que me habían convencido para que me dejara coger por ellos.
Me dolía mucho y hasta había llorado un poco cuando los chicos me dieron pero me había aguantado porque ya había visto varias veces a mi madre boca abajo bombeada por algun macho que le hacía sentir que sus agujeros estaban para ser llenados.
Esa tarde, en la canchita, me había sentido tal como yo sabía que sentía mi madre cuando le bajaban la bombacha o le ponían una verga en la boca para que se la coma.
Sabía que me había dejado como una puta y así me lo decían los chicos mientras me empujaban las porongas para adentro.
Toma putita!. Vas a cagar leche esta noche! . Así mi viejo se garcha a tu vieja me dijo Goyo mientras me culeaba.
Cuando me pasaron los cincos me dejaron boca abajo entre los matorrales con mi culito lleno de leche, la boca dolorida de chupárselas, las rodillas embarradas y con marcas de los agarrones en las nalgas, las tetitas y la cintura.
Dolorida me levante me puse la bombacha, me baje la falda y volví a casa caminando como un pato y chorreando leche. Creí que llegaría a casa antes que mi madre pero justo ese día ella había llegado más temprano que lo habitual.
Ella estaba en la cocina cuando llegue, trate de ir al baño antes de que me vea pero al pasar frente a la puerta de la cocina me vio.
Dolores! Que te pasó me dijo asustadísima.
Na… nada Mami.
-Como nada. Ven para aquí… Que te han hecho por dios! Te han violado? Me pregunto enfurecida.
Baje la cabeza y no sabía que decir. Al fin preferí decir la verdad a provocar un caso policial con una mentira.
Respondí.
-No… no me violaron mama. Yo me deje.
Mi madre me miro con la boca abierta. Pensé que se enfurecería conmigo, pero no, solo me dijo.
-Pero hija!! Como te dejaste dar así. Quien te agarro?
-Los chicos de la Canchita mama.
-Los… Dijo mama con tono de pregunta. Como “Los”… Cuantos te cogieron?
-Fueron 5… dije con la frente abajo en un hilo de voz.
-con 5, grito mama, te dejaste abrir por 5 muchachos!
No respondí pero mi mama siguió.
-usaron preservativos, no te habrán embarazado?
-No, dije, no me dieron por la concha.
Mi madre me miro tratando de entender.
-Solo me dieron por la cola dije y me duele mucho mami uno de los pibes la tenía grande y me dio muy duro.
-Ay… Mi nena… te entiendo… esos brutos te rompieron el culito. Sabes cuándo a mí me lo rompieron siendo más joven que tú incluso no tuve quien me cuidara. Ven vamos al baño me vas a mostrar cómo te lo dejaron esos traviesos y te voy a curar.
-Gracias Mamita, le dije, porque me duele mucho el negro que la tenía muy gorda hasta me hizo llorar.
Mi madre me miro mientras íbamos para el baño y con su mano en mi cabeza me dijo.
-Dolores, mi niña, tú has sido muy sincera conmigo diciéndome sin mentiras lo que te sucedió y yo debo ser sincera contigo aunque estoy segura que tú ya lo has visto también a mí me han hecho llorar muchas veces al darme duro por ahí.
-Si mami. Lo sé. Le dije
En el baño mami me saco el vestido sucio de la revolcada que me habían dado y me dijo
Por dios!!! Como tienes esta bombacha. Te deben haber echado un litro de leche, esta toda escurrida
Me saco la bombacha y la tiro en un balde, la mire y la misma estaba llena de grumos de semen blanco y partes más rosáceas
Mama me dijo. – Hija! Te lo han rajado, lo tienes en carne viva, hasta te han sacado un poquito de sangre. –Ay, que brutos son los hombres con las mujeres fáciles de convencer.
-Por eso me decían putita mama?
-Si mi dolo, si te bajas la bombacha para cinco chicos que te quieren coger eres puta para todos.
-sabes que me decían mientras me clavaban mama?
-Que hija?
-que era una putona como mi mama
Mama bajo los ojos y no me dijo nada mas.
Me ayudo a bañarme, me lavo el orto que esa misma tarde me habían desgarrado los chicos de la canchita del barrio, me puso una pomada, me llevo a mi cama, me arropo y al darme un beso en la frente me pregunto
-Hija… quien es el negrito ese que te dio duro.
-creo que se llama Gorosito, lo conozco por el negro, es el que vive al lado de la ferretería, el que tiene la hermana chiquita y el hermano grande.
-El hermano que trabaja en la fábrica?
-Sí, ese , en la fábrica en la que tu trabajas… lo conoces?
-Si. Lo conozco, dijo mi madre, y percibí un extraño rictus en su rostro… cuando se dio vuelta me pareció escuchar que mi mami mascullaba… Es un don familiar
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